Un poco antes, el Papa Francisco había dirigido un vibrante homenaje a su predecesor durante la presentación de los Premios Ratzinger en la Sala Clementina del Vaticano.
El Papa Emérito recibió la visita de los premiados: el filósofo Jean-Luc Marion y la teóloga australiana Tracey Rowland, galardonadas con el Premio Ratzinger 2020; además de los alemanes, la filósofa Hanna-Barbara Gerl-Falkovitz y el teólogo Ludger Schwienhorst-Schönberger, los dos reconocidos este año por su trabajo.
Los acompañó el padre Federico Lombardi, presidente de la Fundación Joseph Ratzinger-Benedicto XVI. También estuvo presente el secretario personal del Papa emérito, monseñor Georg Gänswein.
Un "Nobel de teología"
La fundación es una organización caritativa que promueve "la teología en el espíritu de Joseph Ratzinger". El premio es una especie de "Premio Nobel de Teología" (como lo llamó Camillo Ruini) en reconocimiento a quienes realizan investigaciones académicas relacionadas o exponiendo el trabajo de Ratzinger.
“Fue un encuentro muy animado, de una hora completa […] en el que cada uno de los académicos pudo presentar su trabajo a Benedicto XVI y conversar con él”, detalla la nota de prensa de la fundación. “La audiencia terminó con el rezo del Ave María y la bendición del Papa Emérito, quien entregó a cada uno de ellos una medalla y un rosario”.
A los 94 años, el Papa Emérito luce bien. En las fotos publicadas a través de la página de Facebook de la fundación, se le puede ver sonriendo, sentado en un sillón y rodeado de sus invitados.