Las últimas semanas no han sido para nada sencillas en Bolivia. Esto tras jornadas de paro nacional y manifestaciones motivadas, por ejemplo, por la Ley 1386 (se anunció su abrogación) de Estrategia Nacional de Lucha contra la Legitimación de Ganancias Ilícitas y Financiamiento al Terrorismo que derivaron en enfrentamientos en diversas localidades.
Pero tampoco para la Iglesia, que ha recibido acusaciones y agresiones tras el trágico caso de la niña embarazada de 11 años tras ser violada, quien finalmente fue sometida a una intervención para dar a luz con el posterior fallecimiento de su bebé bautizado como José María.
Es en medio de este contexto donde la Iglesia ha desarrollado desde el pasado 11 de noviembre, y hasta este 16, su Asamblea Plenaria número 109. Tras el encuentro, un mensaje que buscó reflexionar acerca de situaciones preocupantes y con ello ofrecer señales de esperanza y paz.
La pandemia
Uno de los puntos destacados en el mensaje que ofreció la Iglesia es el vinculado a la pandemia del coronavirus. En este caso un virus que ha dejado hasta el momento en Bolivia más de 500.000 casos y un número de fallecidos cercano a los 20.000.
“Ha traído y sigue trayendo mucho sufrimiento y luto a la familia boliviana; nos pone a prueba y nos exige responder con responsabilidad y solidaridad”, destacan los obispos a través del comunicado publicado por Iglesia Viva.
“En las enseñanzas de las bienaventuranzas (Mateo 5,4), el Señor promete consuelo a los que lloran, por eso elevamos nuestra mirada confiada hacia el Padre del amor y de la misericordia”.
La defensa de la vida
Por otro lado, los obispos también han expreso preocupación por el tema de la defensa de la vida en Bolivia.
“Como pastores, nos preocupan y no podemos ser indiferentes a los hechos que afectan a las personas y a las comunidades: violaciones, ultraje en contra de menores de edad y mujeres que llega al extremo del feminicidio, abandono, maltrato infantil, infanticidio y atentados a la vida humana desde la concepción hasta la muerte natural”, recuerdan los obispos.
"Estos delitos contrarios a los valores humanos y cristianos son más reprochables porque son perpetrados en contra de vidas inocentes ante la indiferencia o complicidad de quienes están llamados a defenderlas”, agregan.
Consensos, territorios de paz, diálogo y misión
Los obispos de Bolivia también se refirieron en su mensaje a otros aspectos. Entre ellos la necesidad de consensos ante la promulgación de "proyectos y leyes de dudosa constitucionalidad" que están generando diversas reacciones en Bolivia.
“No puede ser una respuesta el llamado a la confrontación en la calle, enfrentando hermanos contra hermanos (…)”, destacan los obispos. En ese sentido, también celebraron la decisión de revisar la Ley 1386 (no consensuada).
En el mensaje aparecen otros puntos de preocupación como los avasallamientos de grupos violentos a parques, reservas protegidas, además de tierras comunitarias y privadas.
“La ausencia del estado incrementa el riesgo de que surjan grupos irregulares con posibles vínculos con el narcotráfico”, continúan.
Finalmente, la referencia al diálogo que reconoce al otro. También aspectos referentes al proceso de la Asamblea Eclesial de América Latina y el Caribe con el fin de “repensar y renovar el compromiso cristiano”.
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