Edmundo fue rey de la Estanglia desde los 14 años.
Nació alrededor del 841 y lo que se sabe de él es muy poco. Es un santo más vivo en la memoria popular de Inglaterra que en tantas páginas de documentos históricos.
Lo que se sabe con certeza es que fue el último rey de este territorio, en tiempos muy duros para toda Inglaterra, continuamente atacada por los daneses.
Fue un rey modelo por su equidad y la justicia de sus actos y el ejercicio de la caridad con los necesitados, especialmente huérfanos y viudas.
Era también un joven muy religioso que estudiaba frecuentemente las escrituras, sobre todo de los salmos.
El ataque a la Estanglia
En el año 869 la Estanglia es atacada. Entre los saqueos y la destrucción, Edmundo lucha con su pequeño ejército para salvar su pueblo, pero es derrotado y hecho prisionero.
Los vencedores le ofrecen su vida y la corona con la condición de que renuncie a su fe religiosa y se declare esclavo de los daneses.
Edmundo responde dos veces que no, e inmediatamente las flechas danesas lo atraviesan y luego lo decapitan tirando la cabeza al bosque.
La leyenda después de su martirio
Una leyenda dice que sus súbitos fueron a buscar su cabeza. Y dieron vueltas por todo el lugar sin encontrarla, hasta que sintieron una voz que decía: “Here” (aquí), y pudieron reunirla a su cuerpo que parecía un erizo lleno de flechas.
Su muerte como mártir marca el final del Reino de Estanglia, pero Inglaterra se llena de orgullo de aquel joven rey que muere defendiendo su fe y su bandera.
El cuerpo del rey fue enterrado en Beadoriceworth, actual Bury St Edmunds (a unos 50 km de Cambridge), lugar que hoy es meta de peregrinación.
Patronazgo
San Edmundo es patrono de los soberanos, del condado de Suffolk y de las víctimas de tortura.