Los países que conforman el G-20, o grupo de las veinte naciones más ricas del mundo en PIB absoluto, recibieron 15 veces más vacunas contra el covid-19 que los países del África subsahariana en términos de dosis per cápita, según una encuesta. por la empresa de análisis científico Airfinity, con el apoyo del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).
Además, el mismo estudio encontró que las dosis entregadas al G-20 eran tres veces más numerosas que el número total de vacunas distribuidas a todos los demás países del planeta juntos.
Según Henrietta Fore, directora ejecutiva de UNICEF, "la desigualdad en la vacunación no solo está dejando atrás a los países pobres, sino al mundo entero". Agrega que, en su opinión, "en la carrera de la vacuna covid-19, o ganamos juntos o perdemos juntos".
La agencia de la ONU también señala que hasta ahora solo se han entregado 194 millones de las más de 1.300 millones de dosis prometidas por los países ricos a las naciones en desarrollo a través del consorcio Covax. Debido a este largo retraso en la vacunación, hasta ahora menos del 5% de la población africana ha sido completamente vacunada.
En la reunión del G-20 los 48 embajadores de UNICEF en África entregaron a los líderes de los 20 países más ricos una carta abierta pidiéndoles que cumplan con su compromiso de entregar las dosis prometidas de la vacuna contra el nuevo coronavirus.
Denuncia profética de Papa Francisco
La denuncia no es nueva y la preocupación de la Santa Sede por este tema es tangible. Papa Francisco, en el mensaje de Pascua de 2021, ya expresó que hay demasiados retrasos en la distribución de las vacunas, especialmente en los países pobres: "Superar los retrasos en la distribución” de las vacunas y “promover su reparto, especialmente en los países más pobres”
También, en un mensaje con ocasión del concierto "Vax Live-The Concert to Reunite the World pidió a Dios: “infunde en nuestros corazones un espíritu nuevo y generoso para abandonar nuestros individualismos y promover el bien común: un espíritu de justicia que nos movilice para asegurar el acceso universal a la vacuna y la suspensión temporaria de derechos de propiedad intelectual y un espíritu de comunión que nos permita generar un modelo económico diferente, más inclusivo, justo, sustentable”.