“Tuvimos la oportunidad de apreciar que nuestro santuario se vistió de blanco por el granizo. Es la segunda vez que cae y sobre todo en diciembre”, expresó a Aleteia el hermano franciscano Itamar Pesoa desde el Santuario Nacional de la Virgen de Copacabana (Bolivia).
En las últimas horas lo acontecido en esa zona llenó de alegría y sorpresa a todos. Desde el propio santuario se difundieron imágenes haciendo referencia a lo inédito del teñido de blanco del santuario en diciembre.
Para los testigos de lo sucedido de por sí bastante curioso, máxime que el día anterior se presentaba soleado y totalmente diferente. “Nos sorprendimos de amanecer de blanco”, continuó Itamar.
Fue el propio Itamar quien también comentó a Aleteia que desde temprano había voluntarios tratando de abrir camino para que los peregrinos pudieran llegar al santuario.
“Vimos al hermano granizo que vestía de blanco al santuario de la Mamita de Copacabana”, agregó Itamar, quien gentilmente compartió las siguientes imágenes con Aleteia:
Un santuario en las alturas
A más de 3.800 metros sobre el nivel del mar en una pequeña ciudad de nombre Copacabana, en La Paz, famosa también por su cercanía con el emblemático Lago Titicaca (el más alto del mundo). Allí, cerca de las islas del Sol y de la Luna, reposa una de las advocaciones marianas más famosas de Bolivia y el resto del continente americano.
Se trata precisamente de Nuestra Señora de Copacabana–o sencillamente Virgen de Copacabana-, una imagen que despierta la más noble admiración y devoción de su gente.
La Virgen de Copacabana está en el interior de la basílica que lleva su mismo nombre y se caracteriza por su etilo morisco con raíces renacentistas, construido en el Siglo XVI. En la actualidad su fiesta se conmemora cada 5 de agosto. Previamente el homenaje se realizaba cada 2 de febrero.
“Es emblemático. El santuario de Copacabana es mariano. Data de muchos años atrás. Los hermanos franciscanos están hace más de un siglo, pero la imagen que se encuentra data de 1583. En aquella oportunidad hubo una pequeña capilla que luego se amplió”, recordó hace un tiempo también en diálogo con Aleteia el franciscano Oscar Tarifa, quien en ese momento hizo referencia al trabajo que realizan los franciscanos actualmente sirviendo a las comunidades, pero también ayudando a arreglar templos, restaurar imágenes, entre otras tareas.