El 20 de mayo de 2018, en la fiesta de Pentecostés, su nombre retumbó en la Plaza San Pedro. Sucedió luego del rezo del Regina Coeli con el nombramiento de los nuevos cardenales de la Iglesia católica. Justamente, el peruano Pedro Barreto era uno de ellos.
En aquel entonces empezaron a surgir algunas curiosidades vinculadas tanto al papa Francisco como a Barreto. Entre otras cosas, por ejemplo, que ambos pertenecen a la Compañía de Jesús. Pero también el recuerdo de una anécdota cuando Jorge Mario Bergoglio le enseñó Buenos Aires, en Argentina, tras enterarse que la madre de Barreto había nacido en ese país. Todo esto cuando ninguno de los dos era aún obispo (En Aleteia pudiste conocer la historia).
Actualmente, además de cardenal, Barreto es arzobispo de Huancayo y primer vicepresidente de la Conferencia Episcopal Peruana. Pero detrás de todo lo que implica su rol actual en la Iglesia hay también una vida marcada por el liderazgo en la comunidad jesuita peruana, así también una labor pastoral en diversas zonas como Tacna, Moquegua, Ayacucho, Jaén, además de Huancacho.
Condecorado en Perú
Nacido el 12 de febrero de 1944, con estudios escolares en el Colegio de la Inmaculada de Lima y sacerdote jesuita desde el 18 de diciembre de 1971, hoy Barreto vuelve a ser noticia en Perú.
Esto luego de que Maúrtua lo condecorada en una ceremonia realizada en el Palacio de Torre Tagle con la Orden “El Sol de Perú”, en el grado de “Gran Cruz”.
¿Por qué esta distinción?
El encargado de ofrecer los motivos de la condecoración fue el propio canciller peruano, quien hizo referencia, por ejemplo, a su desempeño en las múltiples tareas en el interior de la Iglesia de Perú, además de haber encabezado el diálogo para la solución integral y sostenible al problema de la salud ambiental y laboral de sitios como La Oroya y Cuenca del Río Mantaro
“Ese es el trasfondo mayor de este acto de reconocimiento a su Eminencia el Cardenal Pedro Barreto, educador, teólogo, pastor, guía de jóvenes y párroco, continuador insigne de aquella tradición de una Iglesia comprometida y cercana a la gente”, expresó el canciller, según reproduce una nota de la Iglesia de Perú.
Pero también mencionó su rol protagónico, a nivel regional, en el Departamento de Justicia y Solidaridad Consejo Episcopal Latinoamericano, CELAM. Mientras que a nivel global destacó sus contribuciones como miembro del Pontificio Consejo de Justicia y Paz del Vaticano desde el 2012.
Más motivos
El canciller peruano indicó otros aspectos como la preocupación de Barreto por la Amazonía, como presidente de la Red Eclesial Panamazónica (REPAM), además de su impulso al Sínodo convocado por el papa Francisco en el Vaticano en 2019.
Por último, la acción de Barreto en tiempos de la pandemia del coronavirus, entre las que aparece “Resucita Perú Ahora”, la famosa propuesta de darle una repuesta sanitaria y espiritual a tantas personas vulnerables. Lo propio por su constante llamado al diálogo y reconciliación en tiempos turbulentos.
“Hemos seguido con atención especial, en meses recientes, su llamado a combatir la pandemia de la corrupción y de la desigualdad social, a alentar vínculos de hermandad social, con piedad y solidaridad, atentos al sufrimiento de los más débiles, conscientes de que las crisis de estos tiempos exigen un renacimiento que no sea solamente económico y político, sino también anímico y moral”, concluyó el canciller peruano.