La variante Ómicron ya tiene en vilo al mundo y también ha comenzado a generar alarma en América Latina. Los primeros países en detectarla fueron Brasil, Perú y México. Pero también se registró en sitios como Argentina y Chile.
Uno de los países que a esta hora sigue con cautela el desarrollo y avance de esta variante de preocupación por América Latina –al igual que otros- es Bolivia. Este país sudamericano sigue luchando de manera férrera contra el coronavirus y en este momento enfrenta la cuarta ola de la enfermedad desde su arribo en marzo de 2020. En base a los últimos reportes oficiales, en las últimas horas se registraron más de 1700 casos nuevos y 25 fallecimientos.
En cuanto a los lugares con más contagios aparecen Santa Cruz, Tarija, Cochabamba y La Paz.
¿Cómo se vivirá la Navidad en este contexto?
El encargado de ofrecer un mensaje desde la Iglesia fue el vicepresidente de la Conferencia Episcopal Boliviana y arzobispo primado de Bolivia, monseñor Ricardo Centellas.
“Todos estamos conscientes de que la pandemia sigue acompañándonos debemos seguir cuidándonos, asumir las medidas de bioseguridad. Las celebraciones se realizarán al interior de los templos, las procesiones no las tendremos. Todos los templos tienen ya marcados los sitios para evitar aglomeración”, expresó Centellas a través de un videomensaje difundido por Iglesia Viva.
Por último, dentro del mensaje vinculado a cómo se vivirá la Navidad, Centellas hizo referencia a la necesidad de trabajar juntos en pos de la paz y la reconciliación:
“Uno de los desafíos grandes para todos es recuperar y comprometerse con el respeto a la persona como tal. El respeto a los Derechos Humanos para una convivencia social pacífica. Trabajar juntos por una cultura de paz, del encuentro, que nos permita entendernos, entrar en un espacio de diálogo para afrontar juntos la problemática que tiene nuestro país en conjunto (…) Ojalá Navidad sea un espacio para recuperar y fomentar esto que tanto necesita Bolivia: la unidad, la reconciliación y la paz".
De esta manera, Bolivia se aproxima a vivir la Navidad no solo con su lucha contra el coronavirus, sino también en medio de un contexto ávido de paz al término de un año donde los ataques a la Iglesia no estuvieron exentos.