separateurCreated with Sketch.

La importancia de manifestar el amor a los hijos

OJCOSTWO
whatsappfacebooktwitter-xemailnative
Orfa Astorga - publicado el 21/12/21
whatsappfacebooktwitter-xemailnative
Testimonio cedido al consultorio Aleteia

—Me gustaba que a mi padre se le pasaran las copas, porque era cuando me abrazaba y me demostraba cariño, muchas veces delante de otras personas. Bastaba un poco de alcohol, para que brotara de su interior ese talante afectivo que se encontraba duramente reprimido.  

Era muy distante y autoritario, y mi madre muy sumisa y afectivamente empobrecida.

A ambos les ocultaba mis problemas, errores, preocupaciones, ni qué decir de mis ilusiones. Cuando murieron, no derramé una sola lágrima, descubriendo que como ellos, podía poner distancia entre la realidad y mis emociones.

Y al casarme repetí los mismos patrones.

Lo que formé fue un ambiente rígido, por el que mis hijos sufrían muchas desadaptaciones que manifestaban con críticas destructivas y dobles mensajes acerca de lo que consideraban mis defectos y actitudes. En cierto momento me mandaron llamar de la escuela, para informarme de su bajísimo rendimiento escolar y porque habían comentado sobre su mala relación conmigo.

Amándolos a mi manera, me frustraba profundamente.

No sabía qué hacer

Entonces acudí a ayuda especializada. Esperaba un curso sobre educación de los hijos, u otras ayudas. No sucedió así.

Para mi sorpresa, el especialista, después de hablar con cada uno de mis hijos, y tocando mi turno, me preguntó si los amaba. Mi enérgica respuesta fue: ¡por supuesto, si no fuera así no estaría aquí!

Me quedé de una pieza cuando le escuche decirme que, para empezar a corregir muchas cosas, antes que nada, yo debía aprender a manifestar mi afecto, y que en eso se enfocaría fundamentalmente su ayuda.

Consideraba a mi familia disfuncional y… ¡era yo el que necesitaba de terapia!

Con todo, después de vencer mi resistencia, comencé una terapia que me hizo reconocer poco a poco los mecanismos psicológicos profundos por los que, al igual que mis padres, frenaba mi afectividad.

Sin embargo, me daba temor cambiar, pues consideraba la necesidad de dar y necesitar afecto como una debilidad de carácter que, ante todo, exponía al dolor.

En realidad, vivía una pobre existencia, pues si bien quien ama se expone a experimentar dolor, también por ese sentimiento se vive el mayor gozo. Yo vivía despojado de un ingrediente por cuya virtud las personas vibran, se compadecen y participan de los sentimientos ajenos.

Sería un proceso en el que con humildad debía aprender, haciendo cambios desde mi interior.

Objetivo principal de la terapia

    FATHER AND CHILD

    Primeros cambios

      Y más…

      He ido recuperando a mis hijos

      Poco a poco, he ido recuperando a mis hijos, el ambiente se va volviendo abierto y flexible. Falta mucho por recorrer, muchas heridas que sanar y curar, pero ahora sé que el camino es el correcto.

      Si quieres ser amado, acoge el amor de quienes te lo manifiestan; y si quieres ser todavía más amado, expresa tu amor con manifestaciones de afecto.

      Por Orfa Astorga de Lira

      En Aleteia te orientamos gratuitamente: consúltanos escribiendo a:consultorio@aleteia.org

      ¿Te ha gustado leer este artículo? ¿Deseas leer más?

      Recibe Aleteia cada día.

      Apoye Aleteia

      Usted está leyendo este artículo gracias a la generosidad suya o de otros muchos lectores como usted que hacen posible este maravilloso proyecto de evangelización, que se llama Aleteia.  Le presentamos Aleteia en números para darle una idea.

      • 20 millones de lectores en todo el mundo leen Aletiea.org cada día.
      • Aleteia se publica a diario en siete idiomas: Inglés, Francés, Italiano, Español, Portugués, Polaco, y Esloveno
      • Cada mes, nuestros lectores leen más de 45 millones de páginas.
      • Casi 4 millones de personas siguen las páginas de Aleteia en las redes sociales.
      • 600 mil personas reciben diariamente nuestra newsletter.
      • Cada mes publicamos 2.450 artículos y unos 40 vídeos.
      • Todo este trabajo es realizado por 60 personas a tiempo completo y unos 400 colaboradores (escritores, periodistas, traductores, fotógrafos…).

      Como usted puede imaginar, detrás de estos números se esconde un esfuerzo muy grande. Necesitamos su apoyo para seguir ofreciendo este servicio de evangelización para cada persona, sin importar el país en el que viven o el dinero que tienen. Ofrecer su contribución, por más pequeña que sea, lleva solo un minuto.

      banner image
      Top 10
      See More
      Newsletter
      ¿Te ha gustado leer este artículo? ¿Deseas leer más?

      Recibe Aleteia cada día.