En el período navideño, a veces aparecen un anuncios que tocan las fibras del corazón y ofrecen un mensaje contundente. El premio mayor de este año va quizá para un comercial de Chevrolet de 4 minutos.
El anuncio cuenta la historia de un viudo que cuelga una corona de Navidad en la puerta de su granero y es atraído por un viejo Chevy oxidado que claramente no ha usado en muchos años.
Pasa sus manos por el auto y se sienta en el polvoriento asiento. Y luego sus ojos se posan en la foto de una hermosa chica. El hombre sonríe con ternura, luchando por contener las lágrimas.
La fotografía muestra a la esposa fallecida y el automóvil guarda muy buenos recuerdos de su vida juntos.
Un regalo lleno de amor
Luego, el comercial muestra a la hija, que ve el dolor de su padre y decide pedir ayuda a unos amigos para darle a su padre un regalo de Navidad muy especial.
Eso es todo lo que puedo decir sin arruinar por completo la sorpresa para quienes aún no lo han visto. Ahora depende de ti.
El anuncio es más un cortometraje que un simple comercial. Y nos recuerda cuán importantes son los recuerdos que creamos con nuestros seres queridos, cuán valioso es el amor de la familia y cómo los vecinos y amigos juegan un papel importante al ofrecer esperanza y sanación, incluso cuando se sufre.
No tiene que ver con el coche. Aunque si te gustan los coches, sobre todo los de aquella época, esta pequeña historia navideña, envuelta en un Chevy Impala clásico de 1966, te tocará la mente y el corazón.