Estamos de lleno en la época de preparar regalos y detalles para los que más queremos. Yo, que soy amante de las manualidades, disfruto muchísimo pensando nuevas ideas para envolver regalos de forma curiosa, bonita y elegante.
Como todos los años, después de la Navidad, veremos los contenedores de basura llenos de papeles de regalos, lazos y cintas.
La estampa navideña de la basura que producimos es distinta a la del resto del año: una ingente cantidad de cajas, envoltorios y papel de regalo.
Muchos de estos materiales son fabricados con tintas o pigmentos muy contaminantes para el medio ambiente. Por no hablar del coste energético que implica su producción.
Por otro lado, los papeles metalizados, los plastificados, los que llevan ornamentación de terciopelo o purpurina no se pueden reciclar.
Además, la mayoría de los lazos, adornos y pegatinas, por su composición, tampoco son reciclables.
El envoltorio realza el regalo
Es verdad que un regalo envuelto con cariño muestra interés y aprecio por la persona que lo va a recibir.
Cualquier tipo de regalo, por muy sencillo que sea, adquiere una categoría especial con una dosis de dedicación y mimo a través de su envoltorio.
Pero, para la protección de nuestro planeta y de sus recursos, es necesario que comencemos a ser más creativos y sostenibles a la hora de envolver con afecto y delicadeza nuestros regalos.
A continuación, te muestro una serie de ideas sostenibles para envolver tus regalos de Navidad sin que por ello pierdan un ápice de originalidad, cuidado y belleza.
Papel
Aprovecha las revistas o periódicos que tengas en casa. Con ellos puedes envolver como lo hicieras con un papel de regalo.
También puedes elegir hojas del mismo color y crear un original envoltorio a base de una paleta de colores similares. Con las mismas hojas de revista es posible elaborar moñas y flores a modo de adorno.
Calendarios y mapas turísticos reciclados. Ambas opciones pueden resultar muy interesantes. Puedes aprovechar el mapa turístico de una ciudad que visitéis juntos o de un destino significativo para la persona que recibirá tu regalo.
Otra buena idea es usar la hoja de calendario de una fecha significativa y resaltarla en el envoltorio.
Caja
Reutilizar cajas. Estoy segura de que todos tenemos en casa alguna caja de zapatos de un color liso perfecta para decorar o para ponerle algún adorno y transformarla en una perfecta caja de regalo.
Esto mismo se puede aplicar con todo tipo de cajas bonitas de cartón lisas o con dibujos que nos llegan a casa y, por no saber qué uso darles, acaban en la basura.
También hay que tener en consideración la opción de reutilizar cajas de madera como pueden ser las de vino o fruta.
Bien limpias y con un bonito adorno vegetal quedan preparadas para albergar nuestros regalos. Y no deja de ser una opción muy sostenible.
Tela
Una opción sostenible de tradición japonesa es el Furoshiki: se trata de un trozo de tela cuadrangular que sirve para envolver o proteger mercancía.
Es una idea muy fácil de adaptar a nuestra realidad. Podemos coger una camiseta vieja que no vayamos a usar más y transformarla en un envoltorio.
También podemos aprovechar pañuelos y bufandas que darán un toque natalicio al envoltorio.
Sin salirnos del mundo de las telas, otra opción es usar bolsas de telas. La misma bolsa puede formar parte del regalo para que quien lo recibe pueda darle una segunda vida.
Papel de regalo comprado
Por último, si queremos usar papel comprado, la mejor opción es el papel kraft: es fácil de reciclar y viene de recursos sostenibles.
Al tratarse de un papel neutro y liso, es posible decorarlo de muchísimas maneras, personalizando nuestro regalo y bañándolo de ternura.
Sobre él se puede dibujar, poner sellos de tinta, pegar una foto, escribir una frase especial. Posee un sin fin de posibilidades.
El toque final puedes darlo con flores secas, lanas, lacitos de tela…
Hasta aquí hemos visto algunas ideas. A partir de ahora, el mundo de la creatividad es tuyo.
La Navidad también a través del envoltorio de un regalo nos invita a darnos en los pequeños detalles.
Tu mérito no está en hacer una obra de arte, sino en la voluntad y el afecto con el que se ha hecho.
Envolver bien un regalo y de una forma sostenible forma parte de esas "pequeñeces" que pueden conseguir desabrochar el alma, cuidar la creación y enamorar a quien lo reciba.