En un mundo donde los sistemas económicos "se burlan de los principios evangélicos", el Papa Francisco ha animado a los líderes cristianos a llevar sus "cruces" y a inspirarse en la figura de Jesús "pastor" para servir al bien común.
En una audiencia privada con empresarios franceses el 7 de enero de 2022, el Pontífice los animó a implementar la subsidiariedad en los negocios.
El Papa recibió en el Palacio Apostólico del Vaticano a un centenar de mecenas franceses que participan en la Jornada del Bien Común. Se trata de una iniciativa llevada a cabo en colaboración con empresarios y líderes cristianos. El pontífice argentino se reunió por primera vez con los miembros de esta peregrinación a Roma en diciembre de 2019.
“Me imagino que a veces les pesa su carga; que su conciencia choca cuando no se puede alcanzar el ideal de justicia y bien que imaginan alcanzar”, afirmó el Papa Francisco al inicio de su intervención. En un entorno económico alejado de los valores cristianos, instó a los empresarios a "perseverar" y "vivir en la fe" las pruebas para superarlo.
El buen Pastor, modelo de liderazgo cristiano
A continuación, el Papa subrayó que la misión del líder cristiano es similar a la del pastor, "del que Jesús es modelo". Así, es capaz de "ir al frente del rebaño para mostrar el camino, quedarse en el medio para ver lo que sucede adentro, y también atrás para asegurarse de que nadie se quede atrás".
Luego pidió a los empresarios cristianos estar cerca de todos sus trabajadores, interesarse por sus vidas, sus dificultades, sus dolores, sus preocupaciones pero también sus alegrías, proyectos y esperanzas.
"Ustedes también tienen sus cruces"
Por último, animó a todos a implementar la subsidiariedad, principio que valora "la autonomía y capacidad de iniciativa de todos, en particular de los últimos". "Si bien el ejercicio de la autoridad requiere una toma de decisiones valiente y, a veces, personal, la subsidiariedad permite que todos den lo mejor de sí mismos", insistió.
"Ustedes también tienen que llevar sus cruces", dijo el Papa a los empresarios; y les invitó a mantener la confianza en las pruebas y a invocar al Espíritu Santo.