"Les confieso que estoy feliz porque Dios es el que todo lo hace. Me angustió creer que lo que llevábamos no alcanzaría, pero hasta sobró. La ilusión y alegría en cada rostro fue un regalo del Cielo. Gracias a todos los que nos apoyaron", escribió Ángelo Rangel, conocido activista venezolano, en su perfil de Facebook, luego de la actividad del 6 de enero, día de los Reyes Magos.
En su cuenta de Instagram, Rangel también publicó el acompañamiento que les hizo una agencia de noticias. "Ni siquiera las cruces, lápidas, coronas de flores y todo el mármol gris del Cementerio General del Sur apagaban los colores de las capas de los tres Reyes Magos", se lee en el portal digital de El Comercio.
Describen que los ilustres visitantes caminaron, junto a un grupo de jóvenes voluntarios, "parte de las 240 hectáreas del lugar para llegar a Barrio Nuevo; una comunidad del oeste de Caracas que se estableció dentro de los linderos de este camposanto".
Familias "olvidadas" dentro del cementerio
La historia es verdadera; y el gesto de estos Reyes Magos del año 2022, es tan noble como el de los nombrados en el Evangelio de san Mateo, que visitaron y entregaron regalos al niño Jesús. El contexto de pobreza es tal vez, más paupérrimo que el de Belén; aunque, como aquellos, los vecinos de esta historia son pocos, pero con grandes necesidades.
Esta vez no llevaron oro, incienso y mirra como lo hicieron en su momento bíblico para el niño Dios. Lo que sí entregaron fue ropa usada en buen estado, golosinas, dulces y mucha alegría a más de 80 niños que forman parte de las 145 familias de “Barrio Nuevo”.
Por iniciativa de Ángelo Rangel, los afamados reyes magos: Melchor Gaspar y Baltasar, personificados por jóvenes emprendedores en la solidaridad y la caridad, obsequiaron algo más sonrisas: llevaron esperanzas y cercanía a sus vecinos más olvidados.
Trabajo mancomunado
“Ustedes no están solos”, repetían los Reyes Magos a la comunidad viviente dentro del camposanto. Es que la pobreza deja ver estas similitudes, aunque la distancia en los años sea tan inmensa como la que ha pasado con el niño Dios que nació pobre en Belén.
Rangel, conocido por Aleteia debido al trabajo social que realiza en la parroquia San Miguel Arcángel de El Cementerio en Caracas; y la solidaridad entre los más vulnerables h,explicó que procuran hacer un "trabajo mancomunado" con los vecinos.
De esa manera, indica, todas las donaciones entregadas fueron recogidas entre habitantes de zonas cercanas a la comunidad; que, pese a las dificultades, ofrecen ayuda a otros.
"No es solo que la comunidad nos está ayudando, sino que es parte del trabajo que estamos haciendo; parte del trabajo es que no nos volvamos ciegos ante nuestra realidad que está allí", ratificó Ángelo Rangel.