Tenemos tantas preguntas, sobre todo una nos inquieta: “¿Qué pide Dios de mí? ¿Cuál es mi propósito?”.
La respuesta está ahí
Como tú, solía hacerme estas preguntas y de pronto encontré cómo resolverlas. Fue de la manera más casual e inesperada que pueda imaginar. Las respuestas siempre estuvieron frente a mí, a mi alcance.
¡Bastaba abrir la Biblia! Pero siempre la tenía cerrada.
Hacía muchas preguntas, pero NO ESCUCHABA a Dios.
He descubierto, amigo, amiga, algo maravilloso, un don, una gracia, un tesoro en la Biblia por eso quiero pedirte que abras la tuya y empieces a leerla hoy.
Dios siempre está pidiendo lo mejor de ti.
A algunos les pide todo y ellos responden dándolo todo.
San Francisco y san Bernardo
Es conocido el episodio de san Francisco de Asís cuando Bernardo, su primer discípulo, le dijo que quería dejar el mundo para seguir a Dios. Fueron al obispado y abrieron el Misal, en los Evangelios, para conocer la voluntad de Dios.
¿Y nosotros?
La pregunta es sencilla: ¿Qué haríamos nosotros en esta situación? ¿Tendríamos el coraje para abandonar todo lo que nos une a este mundo pasajero y caminar haciendo siempre la santa voluntad de Dios?
Yo siento vergüenza, me falta mucho para parecerme a san Francisco y al buen Bernardo de Asís. Por eso pido con insistencia la gracia a Dios.
“Perdona, Señor, mi poca confianza en la Providencia. Hazme digno de ti, justo, santo, misericordiosos, para que pueda dar buen ejemplo a los demás”.
Compártenos tu experiencia con Dios. ¿Te animas? Te anoto mi e-mail personal. cv2decastro@hotmail.com