Sucedió hace pocos días, durante el noticiero más visto de la televisión francesa y uno de los más vistos también en toda Europa. La presentadora entrevistaba al famoso cantante belga Stromae cuando este, como respuesta a la última pregunta de la entrevista, - “En tus canciones hablas mucho sobre la soledad, ¿te ayuda la música a librarte de ella?”-, respondía entonando su último single, “L’enfer”, es decir, “el infierno”.
La canción habla abiertamente del suicidio: “He considerado el suicidio varias veces y no estoy orgulloso de ello. A veces sientes que sería la única manera de silenciarlos, a esos pensamientos que me hacen pasar por un infierno”.
Sereno, contenido y mirando a cámara, el cantante lanzaba este crudo mensaje hecho canción en horario de máxima audiencia para visibilizar algo que durante muchos años ha permanecido escondido, el suicidio.
De hecho, por mucho tiempo los medios de comunicación no ofrecían datos sobre víctimas de suicidio o números porque se creía que así se favorecía una especie de efecto imitación entre las personas. Sin embargo, en los últimos años, esa línea de pensamiento se ha superado y se ha comprobado que la mejor estrategia ante el suicidio es hablar de prevención, de sus causas y de sus consecuencias.
Y qué mejor momento y lugar para exponer este tema que durante el noticiero de las ocho de la tarde de TF1. A través de un cantante famoso y de éxito, en el horario de mayor audiencia, se ha puesto sobre la mesa la otra gran pandemia de nuestros días: el deterioro de la salud mental, la depresión y el suicidio. “No estoy solo para estar solo. Ya está menos en mi cabeza. Y si te contara cuántos somos… Muchos”, canta Stromae en este tema.
Pero no ha sido solo una estrategia comercial para promocionar un disco, sino un testimonio en primera persona de lo que sucede a alguien que plantea terminar con su vida para poner fin a un dolor que no acaba. El propio Stromae decidió retirarse en el apogeo de su carrera para ocuparse de su salud mental. Y en ello empleó varios años.
Hijo de padre ruandés y madre belga
La canción es un adelanto del disco “Multitude”, el primer trabajo discográfico en nueve años de Stromae cuyo verdadero nombre es Paul Van Haver, hijo de padre ruandés y madre belga.
La tragedia marcó desde muy joven la vida del cantante cuando su padre fue asesinado en el genocidio de Ruanda. El padre de Paul, arquitecto, viajó a su país natal para terminar unas gestiones cuando durante su estancia le sorprendió el comienzo de la matanza. La familia pasó meses sin tener noticias de él hasta que un día una llamada de teléfono confirmó que había sido asesinado.
Paul tenía solo 9 años. Uno de los éxitos del cantante y compositor está dedicado a su padre desaparecido. Se titula “Papaoutai”, “Papá, dónde estás”.
Las canciones de Stromae, aparentemente alegres, siempre tienen un trasfondo de tristeza, pesimismo o crítica social. Uno de sus temas más bailables y con el que se hizo mundialmente famoso es “Alors on danse” que en realidad es una crítica a cómo la vida nocturna es el único aliciente ante los problemas cuando la realidad es demasiado dura y faltan oportunidades, sobre todo, para los jóvenes.
Precisamente sobre el suicidio habló el Papa Francisco durante la audiencia general del 12 de enero. El Santo Padre expuso una de las consecuencias de la pandemia que es la pérdida del trabajo y, con ello, en muchas ocasiones, la pérdida de la esperanza o del deseo de vivir cuando la persona se ve ahogada por demasiados problemas.
“Algunas personas, aplastadas por un peso insoportable, han llegado al punto de quitarse la vida. Quiero recordar hoy a cada uno de ellos y a sus familias”, dijo el Papa durante esta catequesis de los miércoles.