Varios de sus amigos personales señalan que el papa Francisco ama ser ante todo un sacerdote, pero que se concede en sus horas de esparcimiento escuchar música clásica y leer. Nunca va de vacaciones. Ni sale para ello del Vaticano. Así corresponde a estos nueve años de pontificado.
Por eso, lo primero que pensaron quienes le vieron bajarse de un auto Fiat 500 y entrar en una tienda de discos del centro de Roma en la noche de este martes 11 de enero fue que el Papa iba a comprar el último disco para su colección, otros más lanzaron la idea de que quizás compraría un disco de Carlos Gardel o Tita Merello. Sin embargo, hay más en el fondo de la última salida papal fortuita del Vaticano, rodeado de apenas un puñado de escoltas.
Después de salir para comprar sus gafas de vista o ir a cambiar sus zapatos ortopédicos, el Obispo de Roma sorprende otra vez a los pasantes de una calle adyacente del turístico Pantheon, en pleno centro de la capital.
El Pontífice cerca de las 19:00 hora de Roma entró en la tienda de discos “Stereosound”, en la calle de Vía Minerva.
Ahí estaba como testigo un periodista español que pasaba por allí, Javier Martínez-Brocal, director de la agencia RomeReports, quien contó detalles y publicó la foto en su cuenta en Twitter. El Papa llevaba bajo el brazo un paquete.
El director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, Matteo Bruni, confirmó que el Papa Francisco no fue a visitar el negocio de discos para comprar nada, sino que estaba allí para bendecir la tienda apenas reestructurada.
Jorge Mario Bergoglio era un cliente desde hace tiempo y se convirtió en amigo de la familia propietaria de la tienda.
Ellos le fueron a visitar al Vaticano apenas elegido 266 sucesor de Pedro. Y él había prometido volver a visitarlos. Este martes lo ha hecho, emocionando a los comerciantes. La visita duró unos doce minutos en total, y sus amigos le regalaron un disco de música clásica. Francisco volvió a subirse al Fiat 500 y regresó al Vaticano.
El propietario de "Stereosoud" dijo al diario italiano Il Corriere della Sera que fue "una emoción inmensa”. Y ahora ha venido a vernos ¿el disco bajo el brazo del Papa? “Es un regalo que le hicimos, un disco de música clásica…”, contó.
La música clásica
Recientemente, en una entrevista, el Papa ha hablado de su gusto por la música clásica con el director de la revista, La Civiltà Cattolica, Antonio Spadaro. Sobre todo le encanta la música de Mozart, pues afirmó: “Et Incarnatus est en Do es insuperable: ¡te lleva a Dios!”.
Sostiene que le gusta la interpretación de Mozart realizada por Clara Haskil, que fue una pianista suiza de origen rumano. “Mozart me llena: no puedo pensarlo, tengo que escucharlo. Me gusta escuchar a Beethoven, pero de forma promedia”.
También señaló la interpretación “prometedora” de Furtwängler. Y luego Bach. “La pieza de Bach que tanto me gusta es el Erbarme Dich, el llanto de Pedro de la Pasión según San Mateo. Sublime.”.
Igualmente, explicó que a un nivel diferente, menos intimo, le gusta también Wagner. “Me gusta escucharlo, pero no siempre. La Tetralogía del Anillo interpretada por Furtwängler en La Scala en el 50 es lo mejor para mí. Pero también el Parsifal interpretado en el 62 por Knappertsbusch”, comentó el Papa.