Quizás recuerdes la conmovedora fotografía de un padre afgano entregando su pequeñísimo bebé a un soldado estadounidense cuando los talibanes tomaron la ciudad de Kabul en agosto. Como la capital estaba cayendo, sus habitantes intentaban desesperadamente huir para ponerse a salvo y muchos de ellos se dirigieron al aeropuerto. Este fue el caso de la familia Ahmadi.
Cuando Mirza Ali Ahmadi, su esposa Suraya y sus cinco hijos llegaron al aeropuerto, solamente encontraron caos. Ahmadi temía que su hijo menor, Sohail, fuera aplastado por la multitud, así que, con su hijo en sus brazos, se estiró hasta pasárselo a un soldado estadounidense por encima del muro del aeropuerto, creyendo que él y el resto de su familia no se quedarían muy atrás.
Sin embargo, la situación en el aeropuerto se disipó y los Ahmadi no pudieron encontrar a su hijo cuando lograron atravesar las barreras del aeropuerto. En el caos, fueron guiados a un lugar seguro y llevados en un avión a Texas, Estados Unidos. Las autoridades dijeron que creían que su hijo ya había salido de Afganistán en un vuelo anterior.
Buscando al bebé
Una vez a salvo en Estados Unidos, no eran capaces de encontrar al bebé de dos meses y las complicadas relaciones con los talibanes hacían muy difícil que la familia cosechara más información.
Mientras tanto, en Kabul, Hamid Safi, un conductor de taxi que había estado llevando a la familia de su hermano al aeropuerto para huir en busca de seguridad, se percató de la presencia del bebé. Como no pudo encontrar a ningún familiar del pequeño, consideró que lo mejor era llevarse al bebé a casa. Según un artículo de The Guardian, el conductor de taxi declaró: “Si se encuentra a la familia, les entregaré al niño. Si no, lo criaré yo mismo”.
Tratado como un hijo
En los próximos días, Safi, su esposa y sus tres hijas dieron la bienvenida a la familia al bebé, a quien llamaron Mohammad Abed. Para Safi, el niño era una bendición, ya que el deseo de su madre moribunda era que tuviera un hijo varón.
La familia continuó con los ajetreos de la vida normal, mientras circulaban fotos de Sohail por Facebook. Los vecinos vieron las fotos y se dieron cuenta de que era el bebé que llevaba perdido unos pocos meses, así que la noticia de que el bebé estaba sano y salvo se extendió hasta la familia de Sohail.
Los Ahmadi pidieron a familiares que continuaban en Afganistán que contactaran con los Safi para que devolvieran al bebé. El abuelo del bebé, Mohammad Qasem Razawi, acudió a la familia y, después de unas cuantas semanas, el bebé fue devuelto a los familiares en Afganistán.
Para los Safi, devolver al pequeño Sohail a su familia fue desgarrador, como es comprensible. Según explicó Rawazi, de 67 años:
Para los padres de Sohail, la reunión fue un momento de gran celebración después de tantísimos meses de incertidumbre. Con la familia ya establecida en Míchigan, el principal objetivo es poner a su hijo en un vuelo a Estados Unidos para poder disfrutar finalmente de una vida a salvo juntos.
El amoroso gesto de la familia Safi al acoger a Sohail en su familia y sus corazones es un maravilloso recordatorio de cómo, incluso en un caos absoluto, siempre hay personas dispuestas a amar. Aunque quizás Dios les bendiga además con un hijo, ya les ha bendecido con unos corazones generosos que han salvado la vida de un niño pequeño.