Nuestro protagonista se llama Carlos San Juan y vive en la ciudad española de Valencia. Tiene 78 años y es una de tantas personas mayores que ha visto como los bancos les dan la espalda al cerrar oficinas y fomentar la banca online, circunstancia que ocurre en España y en la mayoría de países.
Su iniciativa ya ha alcanzado más de 350.000 firmas y no paran de crecer el número de ciudadanos que se añaden a su petición. De hecho, la proposición de este jubilado se está convirtiendo en una de las más firmadas de la plataforma ciudadana change.org. Una repercusión que San Juan no esperaba.
Merecen ser tratados con humanidad
La reivindicación es muy sencilla: los mayores no piden más que un trato con humanidad, con una mayor dedicación y paciencia porque ellos son el colectivo que más lo necesita.
Él mismo ha presenciado "auténticos dramas de personas que se iban llorando con la cartilla y que los mandaban a una sucursal a más de un kilómetro de distancia, en la cual ya habían estado previamente”.
Y continúa explicando el problema: “Ahora casi todos los trámites bancarios son por Internet… y no todos nos entendemos con las máquinas. No nos merecemos esta exclusión. Por eso estoy pidiendo un trato más humano en las sucursales bancarias”.
El Papa recuerda el valor de los abuelos
Este hecho es un ejemplo más de la “cultura del descarte” que tanto critica el Papa Francisco. Porque vulnera la dignidad de toda persona humana: los pobres, los más vulnerables, los niños y, en este caso, los ancianos.
El Papa denuncia en múltiples ocasiones que los ancianos son sistemáticamente relegados del cuerpo social en el marco de la cultura occidental contemporánea. Según el Papa, los abuelos y los ancianos tienen una delicada misión en esta etapa de la vida que no pueden delegar. Se trata de “custodiar las raíces, transmitir la fe a los jóvenes y cuidar de los pequeños”.
El Papa afirma que, sin el diálogo entre jóvenes y abuelos, la historia no va adelante. Los abuelos y los jóvenes deben hablar, deben encontrarse, haced cosas juntos. Esto les hará felices a todos. Cuando una sociedad cuida a los viejos y a los niños, los tiene como un tesoro. Este es el signo de la presencia de Dios, es la promesa de un futuro. Lo contrario es una ruina.
Cierre de oficinas presenciales
La realidad es que en los últimos años la mayoría de los bancos han decidido cerrar muchas de sus oficinas bancarias. De tal manera que los servicios presenciales que prestaban en ellas se han reducido drásticamente.
Este hecho ha ocasionado un grave perjuicio a las personas mayores y jubiladas de edad más avanzada, pero también al resto de la sociedad, denuncia Carlos San Juan.
En consecuencia, muchas personas mayores con dependencia o grandes dependientes se encuentran en situación de aislamiento al no poder desplazarse a las nuevas oficinas bancarias asignadas y esta situación es muy injusta.
Uso de tecnologías
Además, las entidades bancarias, con el fin de ahorrar costes de personal, lo que hacen es promocionar el uso de la banca online. Esta situación no hace más que generar miedo, inseguridad y ansiedad a las personas mayores que no están totalmente integradas ni tienen los conocimientos necesarios en nuevas tecnologías.
Señala también en su petición que no todos los mayores tienen un hijo o un nieto que esté dispuestos a acompañarlos y asesorarlos. Muchas personas están solas y sin nadie que les eche una mano.
Él mismo se ha visto degradado
Es decepcionante escuchar a Carlos afirmar que incluso a él le han llegado a tratar como si fuera "idiota". Así lo explica: "Yo he llegado a sentirme humillado al pedir ayuda en un banco y que me hablaran como si fuera idiota por no saber completar una operación. Y he visto ese mal trato dirigido a otras personas. Duele mucho sentirse así".
Como recuerda: “Las personas mayores existimos, somos muchas y queremos que nos traten con dignidad”.
Recogida de firmas
En el portal change.org los ciudadanos se manifiestan para hacerse oír ante las injusticias y sirve como plataforma donde los ciudadanos pueden firmar una petición.
La de Carlos San Juan ha conseguido en pocos días más de 350.000 firmas (cifra que no para de crecer). Si llega a las 500.000 se convertirá en una de las más firmadas de la plataforma ciudadana.
Carlos reconoce que “no lo esperaba ni remotamente, estoy emocionado, anonadado, agradecido, me faltan adjetivos para dar las gracias".
Pero reconoce que aún queda mucho por hacer y hay que esperar para ver que estas firmas recogidas se traduzcan en una respuesta por parte de los bancos y realmente se mejore la atención a los mayores en las entidades bancarias, ya que él lucha por que atiendan a todo el colectivo de los más vulnerables.
Aquí puedes escuchar su petición: https://twitter.com/europapress/status/1483085701403062273