No terminó enero, y ya se registraron al menos tres violentos ataques contra la Fe en tres templos católicos de la Argentina. Uno en el Gran Buenos Aires, otro en el interior de la provincia, y otro en La Pampa.
El primero de ellos ocurrió el 14 de enero en la diócesis de San Miguel, en el Gran Buenos Aires, con la profanación a la Sagrada Eucaristía robada del templo parroquial de Nuestra Señora del Valle, en la localidad de Muñiz. La hostia fue sustraída del sagrario de la capilla en la que desde hace años se lleva adelante la Adoración Permanente. La comunidad parroquial inició inmediatas acciones de reparación para pedir además por la devolución de la Hostia consagrada.
Mismo ultraje sufrió la parroquia Nuestra Señora de la Merced, de Victorica, en la diócesis de La Pampa. Según informó al portal La Arena el párroco, no parece haber sido con fines de robo sino rituales, ya que no se sustrajeron objetos de mayor valor, sino solo un copón con formas consagradas.
En Pehuajó, provincia de Buenos Aires, la profanación no tiene precedentes en la comunidad local. Lo expresó el propio intendente, sorprendido por los inéditos destrozos a un patrimonio tanto religioso como cultural como el conservado en la parroquia de San Anselmo. A diferencia de los otros casos, no hubo en estas profanaciones al Santísimo Sacramento, sino ataques contra imágenes y figuras religiosas, entre ellas la mutilación de una imagen central del Cristo crucificado. A diferencia de los otros casos, en este ya fue detenido el supuesto responsable, quien, destaca la comunidad parroquial, no habría estado en sus cabales y sufriría desequilibrios psiquiátricos.
“Al contemplar las imágenes rotas del Señor Jesús y sus santos, no podemos dejar de pensar en tantísimas personas cuyas existencias también están rotas, quebradas y destrozadas a causa de la desintegración familiar, las adicciones, la violencia, los abusos y tantas otras formas de manipulaciones e injusticias”, pidió el Obispo de Nueve de Julio Ariel Mosconi, junto con el párroco de San Anselmo, al convocar a la Misa de reparación, que tendrá lugar el próximo domingo 30 de enero.
Durante 2021, también se registraron numerosos ataques contra templos católicos, tanto en su interior como en su fachada. En marzo, había sido atacada y profanada la Catedral de Lomas de Zamora dedicada a Nuestra Señora de la Paz. En junio, en torno a la Fiesta del Corpus Christi, se profanó un templo dedicado al Cuerpo de Cristo en Posadas, en las cercanías de la antigua reducción Jesuítica del Corpus Christi. En noviembre, finalmente, fue violentado el Sagrario de la catedral de San Marón, sede de la eparquía maronita en Buenos Aires. Además, en varias ocasiones templos fueron atacados en sus fachadas en torno a movilizaciones políticas y sociales.
Lo llamativo en este 2022 es que no transcurrió siquiera un mes de iniciado el año, y ya van tres profanaciones graves contra templos católicos y la Fe de los cristianos.
La falta de respeto a la religión también se registró este año con pintadas frente a un templo y un centro educativo de la comunidad judía de Once. La Secretaría de Culto de la Nación condenó en las redes sociales esos hechos vandálicos. Aún no se expresó públicamente sobre los sufridos por las comunidades cristianas este año.