separateurCreated with Sketch.

3 claves para ser salvados

whatsappfacebooktwitter-xemailnative
Luisa Restrepo - publicado el 07/02/22
whatsappfacebooktwitter-xemailnative
Nuestra vida espiritual es un camino entre el miedo a morir que nos hace gritar y la experiencia de ser salvados

A veces el Señor permite que crucemos la noche, que tengamos viento contrario, que seamos asolados por la tempestad.

Hay momentos en que el viento no es favorable. Las tormentas suceden. A veces una noche terrible cae sobre nuestra vida.

Sin embargo, aunque nos encontremos en medio de la tempestad, la vida sigue. Nos vemos “obligados” a cruzar el lago, a seguir levantándonos, aunque las olas nos derrumben.

Ese paso sobre las aguas implica siempre un riesgo de muerte, pensamos que no lo lograremos.

Nos agitamos, perdemos la esperanza, tratamos de reaccionar, nos damos cuenta de que no podemos solos.

Invocamos al Señor, pero parece ausente. Dios no nos escucha, quizás se ha olvidado de nosotros.

Es momento para redescubrir y renovar nuestra fe.

1Una espera larga pero no infinita

Casi siempre nuestras tormentas son largas. Jesús no llega inmediatamente para ayudarnos. Jesús llega solo al final de la noche.

Si hemos perdido la esperanza, aunque venga el Señor, nos parece que no es cierto. No creemos que sea posible.

Estamos tan convencidos de que nos ha abandonado, que nos cuesta creer que Dios haya encontrado la manera de llegar a nosotros.

En el Evangelio, Jesús les llega de la única manera posible, pero hasta entonces impensable: llega caminando sobre las aguas.

Y si las aguas son símbolo de muerte, porque siempre pueden hacernos hundir en el abismo, el que nos salva es el único que puede caminar sobre ellas.

2El riesgo de la fe

En ese momento, lo más importante no es que la tormenta haya pasado, sino estar seguros de que Dios no se ha olvidado de nosotros.

Por eso Pedro no piensa en subir a Jesús a la barca o pedirle que detenga la tormenta, sino que quiere ir hacia Jesús, quiere renovar su fe en Él.

Y para ello tiene que correr riesgos, tiene que enfrentarse al miedo a morir.

Pedro saca los pies de la barca y camina hacia Jesús. Y mientras mantiene la mirada en Jesús, puede caminar sobre las aguas de la muerte.

Pero cuando aparta la mirada de Jesús, se encuentra de nuevo dentro de sus límites personales, a la merced de la fuerza del viento y sobre su pobre humanidad. Solo puede hundirse.

3Hundirnos para salvarnos

Y en ese momento Pedro tiene la experiencia bautismal: se hunde y se salva.

Pedro se da cuenta de que solo no puede ir a ninguna parte, pero, así como se hunde bajo el peso de sus límites, también experimenta que hay una mano que lo saca de las traicioneras aguas de la muerte.

Nuestra vida espiritual es un camino entre el miedo a morir que nos hace gritar y la experiencia de ser salvados.

¿Te ha gustado leer este artículo? ¿Deseas leer más?

Recibe Aleteia cada día.

Apoye Aleteia

Usted está leyendo este artículo gracias a la generosidad suya o de otros muchos lectores como usted que hacen posible este maravilloso proyecto de evangelización, que se llama Aleteia.  Le presentamos Aleteia en números para darle una idea.

  • 20 millones de lectores en todo el mundo leen Aletiea.org cada día.
  • Aleteia se publica a diario en siete idiomas: Inglés, Francés, Italiano, Español, Portugués, Polaco, y Esloveno
  • Cada mes, nuestros lectores leen más de 45 millones de páginas.
  • Casi 4 millones de personas siguen las páginas de Aleteia en las redes sociales.
  • 600 mil personas reciben diariamente nuestra newsletter.
  • Cada mes publicamos 2.450 artículos y unos 40 vídeos.
  • Todo este trabajo es realizado por 60 personas a tiempo completo y unos 400 colaboradores (escritores, periodistas, traductores, fotógrafos…).

Como usted puede imaginar, detrás de estos números se esconde un esfuerzo muy grande. Necesitamos su apoyo para seguir ofreciendo este servicio de evangelización para cada persona, sin importar el país en el que viven o el dinero que tienen. Ofrecer su contribución, por más pequeña que sea, lleva solo un minuto.

banner image
Top 10
See More
Newsletter
¿Te ha gustado leer este artículo? ¿Deseas leer más?

Recibe Aleteia cada día.