Lo hizo a través de un telegrama enviado al arzobispo de Quito, monseñor Alfredo Espinoza Mateus, por el secretario de Estado del Vaticano, cardenal Pietro Parolin.
«El Santo Padre, profundamente apenado al conocer los desastres naturales que están afectando a esa amada nación y que han ocasionado tantas víctimas y daños materiales, ofrece fervientes sufragios por el eterno descanso de los fallecidos», señala parte del mensaje reproducido por la propia Arquidiócesis de Quito.
También se indica que el Papa “suplica al Señor que conceda consuelo a los deudos y a cuantos sufren en estos momentos de dolor e incerteza”. Lo mismo en cuanto a las personas que han estado trabajando en la búsqueda de desaparecidos, además de aquellos comprometidos con el proceso de reconstrucción de las zonas devastadas.
Francisco impartió la bendición apostólica, como signo de su cercanía espiritual, y recordó su oración a la Virgen de la Presentación de El Quinche para que “interceda ante su hijo Jesucristo por todos los hijos e hijas del Ecuador afectados por esta catástrofe”.
El acompañamiento de la Iglesia
Desde que empezaron a trascender las imágenes de lo sucedido en Quito tras el aluvión de finales de enero, la consternación fue lo único que se apoderó de todos. En medio de tanto dolor, luego de la muerte de 27 personas (además de heridos y damnificados), incluso algunas señales de esperanza como la del pequeño Dennis, un niño rescatado por los vecinos.
Pero también lo que ha estado haciendo la Iglesia a través de ayudas concretas para con las poblaciones y comunidades afectadas en sitios como Coca, Sucumbíos, Tena, Latacunga, Quito, entre otros.
“La fuerza de nuestro pueblo es admirable, so solidaridad es ejemplar. ¡Qué nadie sea indiferente al dolor de los demás! El papa Francisco nos recuerda que ‘no es una opción posible vivir indiferentes ante el dolor, no podemos dejar que nadie quede a un costado de la vida’. Esto nos debe indignar, hasta hacernos bajar de nuestra serenidad para alterarnos por el sufrimiento humano. Eso es dignidad”, señalaba un mensaje del propio Consejo de Presidencia de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana. A través del mismo también se resaltaba la labor de Cáritas a nivel nacional, diocesano y parroquial.
“Segunda colecta”
En tanto, desde la Arquidiócesis de Quito también se ha colaborado con una campaña de solidaridad liderada por el propio Mateus. Este 6 de febrero se realizó una “segunda colecta” en las parroquias de Quito para seguir apoyando.