Esta bonita ciudad es conocida en toda Italia por sus termas de aguas curativas, y está conectada a un puente que lleva a un pequeño santuario. Éste fue construido a mediados del siglo XVI, para albergar una imagen de la Virgen María que había aparecido pintada milagrosamente en una roca.
A partir del siglo XVII, la imagen de la Virgen comenzó a obtener popularidad no solo en Porretta Terme, sino también, en sus pueblos vecinos. Así se documenta a través de los exvotos los numerosos milagros atribuidos a la intercesión de María.
La patrona de los basquetbolistas
En la sala de los exvotos, llama la atención una pequeña ventana en forma de pelota de básquet. La ventana irradia luz a cientos de exvotos, que son muy distintos de las formas de exvotos comunes.
Estos exvotos son: banderines y camisetas de distintos clubes de básquet, fotos y testimonios de famosos jugadores o deportistas de baloncesto. En ellas agradecen una inesperada recuperación a Nuestra Señora.
Una camiseta que llama la atención es la del jugador italiano Marco Belinelli, quien dejó su divisa dedicada a la Virgen como agradecimiento por haber jugado en la NBA de los Estados Unidos.
Décadas de devoción
La historia del santuario y su vínculo con el baloncesto, se remonta al periodo de posguerra. Fue entonces cuando algunos atletas construyeron una pequeña capillita al lado de la capilla principal; decidiendo que, desde aquel día, la Virgen del Puente sería su patrona.
Por un tiempo, la devoción quedó un poco en el olvidó, para retomar con fuerza en el año 1996. Entonces, el club de baloncesto de Porretta, comenzó a promover el santuario y su dedicación.
La intención no era tan sólo hacer conocer el lugar, sino también de rezar a la Virgen del Puente pidiendo que sea la patrona de todos los basquetbolistas italianos.
Para esto se inició un proceso que ya fue aceptada por la Cei, la Conferencia Episcopal Italiana, y se espera que pronto sea aprobada por y ratificada por la Congregación para el Culto.
Mientras tantos, cientos de deportistas italianos, no solo basquetbolistas se acercan con devoción a rezar a la Virgen del Puente con esta bonita oración:
La oración del basquetbolista
Beatísima Virgen, Madre de Cristo Salvador y Madre Nuestra,
Haz que me ponga en juego en la vida como en el deporte,
Me ponga en juego con la busqueda del bien,
Sin miedo, con valor y entusiasmo.
Me ponga en juego con los otros y con Dios.
Te ofrezco la alegría de cada encestada
Y la amargura de cada derrota.
Ayúdame a dar lo mejor de mí
Gastando la vida por lo que
Vale y dura para siempre.
Ayúdame a acoger a todos con simplicidad,
A comportarme como un verdadero atleta.
A escapar del individualismo.
Haz que mi equipo crezca en la estima reciproca y en la fraternidad.
Haz que juguemos siempre juntos nuestro partido,
Que es aquel del Evangelio:
Orienta nuestro tiro en la dirección justa.
Beatísima Virgen, bendícenos, y protege nuestro equipo,
A mis compañeros de juego, a mis entrenadores y dirigentes, a mi familia.
Oh Santísima Madre de Jesús, nuestra Patrona, ora por nosotros.
Amén