La boda pasa fugaz, y no digamos el viaje de novios. Después de haber preparado durante meses el gran día y las primeras semanas de vida en común, os dais cuenta de que la fecha ya ha pasado y os encontráis probablemente instalados en la sana rutina del día a día, con sus prisas características, el trabajo y la vida familiar.
Y de sopetón pasan uno, dos tres,... quince o veinticinco años, y echando la vista atrás os dais cuenta de cuánto ha cambiado vuestra vida. Quizás ha incrementado vuestra familia con la llegada de los hijos, o puede que hayáis atravesado alguna que otra crisis; ya sea de pareja, económica o de salud.
Sea como fuere, todos los años se repite un hecho común: vuestro aniversario de boda, que viene a recordar ese gran día, cuando todo eran ilusiones y sueños y la promesa de amor eterno estaba más viva que nunca.
¿Por qué es necesario celebrar el aniversario de boda? Porque es un modo de volver a empezar y partir de cero. Parece que recordando cómo empezó todo se eliminan asperezas, actuando como bálsamo restaurador de heridas fruto del paso del tiempo.
Aquí te dejo 8 formas de celebrar tu gran día con la esperanza de que alguna te ilumine en tu caminar matrimonial:
1Previo al día D.
Sacad vuestro lado más romántico y coged ilusión los días previos a la celebración. Podéis emular vuestra invitación de boda y echarla al buzón para que la reciba el otro, también podéis dejaros notas sorpresa en lugares estratégicos recordando a tu pareja que tiene una cita contigo, etc. Si tienes niños, que se encarguen de la decoración con unos dibujos.
2Álbum de fotos y vídeo.
Desempolvad el DVD o el álbum de fotos de tu boda. Vale la pena verlo juntos con tranquilidad. Saboread el gran día recordando las cosas bonitas e, incluso, riéndoos de los fallos que hubo. El sentido del humor es un ingrediente clave en cualquier relación.
3Volved al principio.
En su Teología del Cuerpo, San Juan Pablo II recomienda “volver al principio” en sus catequesis para entender la vocación matrimonial como Dios la pensó. De esta misma forma, te animo a organizar una tertulia amena, con alguna cosa de picar, en la que contéis vuestra historia a los niños: cómo os conocisteis, dónde os visteis por primera vez, qué pensasteis el uno del otro, cómo fue la declaración, etc. Seguro que os echáis unas risas a la par que removéis el baúl de los recuerdos.
4Recread el ambiente.
Poned a trabajar vuestra memoria y pensad en los detalles que rodearon vuestra historia: ¿sonaba alguna canción? ¿Fuisteis a algún restaurante? ¿Comisteis algo especial? ¡El límite es el cielo!
5Volved a los lugares clave.
Si vuestra historia empezó en la ciudad donde residís actualmente, id a los lugares clave de vuestra relación: aquella cafetería de la primera cita, el mirador donde te dio el anillo, la iglesia de la boda, el restaurante del banquete, etc. Puedes organizar una ruta turística con tus hijos.
6Misa de acción de gracias.
Es seguramente el punto más importante, porque se trata de poner a Dios en el centro de tu hogar, como protagonista de tu familia.
Se puede avisar al sacerdote que os casó y celebrar una misa íntima de acción de gracias. Personalízala recordando en las peticiones a los que ya no están o redactando una acción de gracias para leer al final de la Misa.
7Renovad vuestros votos.
En la Santa Misa se puede aprovechar para renovar los votos matrimoniales. Consiste en confirmar y reafirmar el juramento de amor eterno, compromiso y fidelidad que os hicisteis el día de la boda. Este apartado suele provocar unas risas tímidas en los hijos, que atienden perplejos a un consentimiento que no vivieron pues no habían nacido: “Yo, X, te recibo a ti, X, como espos@ y me entrego a ti, y prometo serte fiel en la prosperidad y en la adversidad, en la salud y en la enfermedad, y así amarte y respetarte todos los días de mi vida”.
8Bailad juntos vuestra canción.
Y toda celebración no debe estar exenta de música. Poned el altavoz a todo volumen y bailad hasta el fin de fiesta. ¿No tenéis una canción? No pasa nada. Puede ser un buen momento para escoger una que signifique algo para vosotros.
Y al acabar, con las pilas cargadas, se puede volver al ruedo para seguir con el traqueteo de la vida… hasta el próximo aniversario.