En Israel, podemos pensar que la lengua religiosa que se hablaba en tiempos de Jesús era el hebreo. Era el idioma en que se comunicaban los eruditos y en el que estaba escrita la Torá. Pero sabemos que en el siglo I d. C. había otras tres lenguas en el habla: el latín, el griego y el arameo.
El griego servía como lingua franca (lo que podría ser hoy el inglés como idioma de comunicación internacional) entre los diversos territorios y pueblos del área geográfica que ocupaba el Pueblo de Israel y el resto de zonas que habían pertenecido a la civilización griega, en torno al Mediterráneo. Era la lengua comercial, la que permitía establecer negocios de pesca o agricultura con otros pueblos de la cultura helénica, a los que se llegaba desde los puertos o por caminos.
El latín era el lenguaje del Imperio Romano, que había ocupado Israel y lo había convertido en una provincia. Era el lenguaje del poder político, la lengua oficial pero la menos empleada en aquel momento.
Por muchos indicios, los teólogos apuntan a que Jesús hablaba -en mayor o menor grado- los cuatro idiomas. Pero en cuanto a su lengua materna, señalan que sería el arameo. Esta era la lengua que empleaban en la conversación diaria los judíos de Galilea, donde nació y vivió el Señor.
En el evangelio, encontramos rastro del arameo en expresiones como talitha qum (Mc 5,41), "levántate". O cuando Jesús se dirige al Padre como abbá (Mc 14,36). Desde la Cruz, exclamó: Eloí, Eloí, ¿lemá sabacthaní? (Mc 15,34). Y algunas personas que se dirigen a él como Maestro, lo llaman en arameo: rabbuni (Mc 10,51).
¿Cómo sonaría el padrenuestro que el mismo Jesús enseñó, pronunciado en arameo?
Recientemente, pude estar en Tierra Santa y entre los muchos regalos de la Providencia, encontramos (el grupo de cinco periodistas con el que viajaba) a una religiosa que habla el idioma de Jesús. Es la hermana María Columbia, originaria de Nínive (hoy Ninaua, Irak), donde todavía hoy se habla el arameo. El arameo -lengua semítica- está presente en pequeñas comunidades que no tienen el árabe como lengua de comunicación.
¿Cómo sonaría el padrenuestro en arameo, la lengua de Jesús? Le pido -en inglés- a esta religiosa que rece el padrenuestro en su lengua materna, que es la misma de Cristo en conversación con los Apóstoles y los que le seguían.
El texto del padrenuestro es:
ᵓAḇūn dəḇashmayyā
neṯqaddash shəmāḵ
ti(ᵓ)ṯē malkūṯāḵ
nehwē ṣeḇyānāḵ
ᵓaykannā dəḇashmayyā ᵓāp ba(ᵓ)rᶜā
haḇ lan laḥmā dəsūnqānan yawmānā
washḇūq lan ḥawbayn
ᵓaykannā dā(ᵓ)pḥənan shəḇaqn ləḥayyāḇayn
wəlā taᶜlan lənesyūnā
ᵓellā paṣṣān men bīshā
meṭṭul dəḏīlāḵ (hy) malkūṯā
wəḥaylā wəṯeshbūḥtā
ləᶜālam ᶜālmīn
La transcripción sería la siguiente, para un hablante español que pronuncie la "sh" como en inglés y hace pausa con el signo ' :
ABUNA DI BISHEMAYA
Padre nuestro que estás en el cielo,
ITQADDASH SHEMAK,
santificado sea tu nombre,
TETE MALKUTAK
venga a nosotros tu reino,
TIT'ABED RE'UTAK
hágase tu voluntad
KEDI BI SHEMAYA KAN BA AR'A
en la tierra como en el cielo.
LAJMANA HAB LANA SEKOM YOM BEYOMA
Danos hoy nuestro pan de cada día,
U SHEBOK LANA JOBEINA
perdona nuestras ofensas
KEDI AF ANAJNA SHEBAKNA LEJEIBINA
como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden,
WEAL TA'ALNA LENISION,
no nos dejes caer en la tentación
ELA PESHINA MIN BISHA.
y líbranos del mal.
El avemaría
A continuación, la hermana reza el avemaría:
Sister María Columbia atiende la pequeña tienda de objetos religiosos que está en la iglesia de las Bienaventuranzas, emplazada junto al lugar donde se cree muy posible que Jesús predicara el Sermón de la Montaña. Muchas de las cosas que vende son sencillas, hechas artesanalmente, y sirven para la subsistencia de los cristianos.
La hermana María Columbia quiere mandar un mensaje a quienes vean después su vídeo. Le digo que vengo de España y explica que esa oración es para todas las personas de mi país.
El padrenuestro rezado por el protagonista de "The Chosen"
También podemos escuchar al protagonista de la exitosa serie "The Chosen" rezando en arameo. En este artículo de la edición inglesa de Aleteia puedes verlo y apreciar la misma oración del padrenuestro.