Ceada (también llamado Chad) fue obispo de las provincias de Mercia, Lindisfarne y del centro de Inglaterra.
El obispo de York Wilfrid lo envió a Northumbria con intención de expandir el cristianismo durante dos años.
Lo hizo yendo a pie por cada población, tratando por igual a pobres y ricos, y con una intensa vida de oración y sacrificio.
Al cumplir esa etapa, el primado de York había pasado a Teodoro y este le exigió que renunciara a su condición de obispo. Ceada, por obediencia, hizo lo que le pidió este superior.
Sin embargo, a los pocos meses Teodoro se arrepintió de la injusticia que había cometido contra él y, para compensar la ofensa, lo nombró obispo de Lichfield.
Ceada cumplió de nuevo con el encargo hasta que, a los tres años, se contagió de la peste y falleció el 2 de marzo del año 672.
En su familia, de origen noble, hubo otros tres santos entre sus hermanos: san Cedda, san Celino y san Cinibildo.
Santo patrón
San Ceada (o Chad) es patrono de Lichfield.
Oración
Oh, Jesús, enséñame a ser piadoso y humilde como san Ceada. Que someta mi inteligencia y mi querer a tus designios.
Si en algún momento algún superior (en el trabajo, en la familia o en mis deberes religiosos) me pide algo y no estoy dispuesto a obedecer, recuérdame que mi único interés en esta vida es hacer tu voluntad.
Por lo tanto, si no es ofensa a Dios, ayúdame a decir que sí a lo que Tú dispongas. Quítame las escamas de mi egoísmo y mi soberbia.
Señor, recuérdame tu obediencia por amor, que te llevó a aceptar una Pasión injusta por la redención de todo el mundo. Hazme corredentor contigo por el camino de la obediencia.
Amén.