Un capellán y un fotógrafo. Soji, sacerdote indio, ejercía de capellán en la unidad de paliativos del Hospital San Rafael de Madrid. Allí conoció hace diez años a Raúl, fotógrafo que hacía labor de voluntariado en ese mismo centro. Se hicieron amigos. En sus charlas y confidencias era habitual hablar de la India. Soji despertó en Raúl el deseo de conocer el país. Viajó con él a conocer el país, pero con especial interés en el proyecto de su amigo capellán.
Viaje a la India
En una de las zonas más pobres del país, Soji había comenzado un proyecto solidario con una meta: la reconstrucción del hospital Mundakayam, al sur del país. Raúl le ofreció lo que mejor sabe hacer: fotografías.
Aquí puedes ver algunas de ellas:
En su viaje capturaron bellas fotografías, instantáneas de una realidad para no mirar hacia otro lado, vistazos de felicidad entre la miseria y un grito fotográfico para pedir ayuda: infraviviendas, esos niños abrazados sin perder la sonrisa pese a no tener recursos, el anciano lugareño con los trajes típicos cuyas arrugas revelan una vida llena de dificultades, hombres con las caras pintadas y miradas penetrantes, pero con gesto de agradecimiento.
La Última Mirada
“Era tan gratificante lo que veíamos y tan importante que lo que decidimos hacer son fotos. Y con esas fotos se fue creando la idea de recopilarlas en un libro benéfico”, nos cuenta Raúl.
“Parábamos a la gente en el camino y les decíamos ponte aquí, y entonces colaboraban”, dice el fotógrafo con satisfacción al recordar cómo fue su contacto con los indios. Esas fotografías son la base del libro La Última Mirada, acompañado de textos del poeta Javier Callejo.
Así comienza el relato:
Una publicación cuyos beneficios irán destinados íntegramente a sufragar ese centro sanitario en India. Sus impulsores lo venderán a través de Internet.
Necesidades del hospital
“Lo que necesitamos es construir un ala para la maternidad y pediatría”, relata Soji. Algo que necesita “una de las zonas más necesitadas porque todo el mundo son campesinos, no tienen con qué pagar el hospital”. “En cada casa viven tres o cuatro familias. Su situación es demasiado humilde y pobre”. El sacerdote, con su sotana blanca, suele ayudar en el centro cuando está en India, entre camillas, siempre en contacto con su gente.
El hospital pertenece a la diócesis: “Jesús andaba por la calle curando y predicando, eso es lo que está intentando hacer la diócesis aquí también”. Una de las prioridades es también ayudar a quienes están al final de su vida y habitualmente están en sus casas compartiendo habitaciones. “Es muy importante respetar y cuidar su vida hasta el final”, por eso quieren construir una zona para poder atender a estas personas: “También los pobres tienen el derecho a tener una muerte digna”.
¿Repetirán experiencia?
“Ha sido muy gratificante”, dice Raúl al recorrer de nuevo las páginas del libro junto a Soji. Tanto él como su amigo no descartan repetir la aventura. Saben que no van a dejar de lado ese proyecto. De momento, la ayuda y la colaboración que brindan se ha edificado sobre la amistad.
Raúl nos cuenta que si alguien está interesado en comprar el libro pueden escribirle a chara@movistar.es