Las restricciones de capacidad para grandes reuniones han estado vigentes desde que comenzó la pandemia en diciembre de 2019. Pero no en el metaverso. Dado que las bodas en Tamil Nadu (India) están limitadas a solo un centenar de personas, Dinesh Padmavathi y Janaganandhini Ramaswamy celebraron la suya en el metaverso, el mundo de realidad virtual y aumentada en el que las personas pueden jugar juegos virtuales, asistir a conciertos virtuales, ir de compras de bienes virtuales, coleccionar arte virtual, pasar el rato con los avatares virtuales de los demás y asistir a reuniones de trabajo virtuales.
Tres mil invitados asistieron a la ceremonia con temática de Harry Potter de Padmavathi y Ramaswamy, incluido el avatar del ya fallecido padre de la novia, quien “bendijo” la unión de la pareja. Sin embargo, antes de la metaceremonia, la pareja se casó legalmente en una pequeña recepción con algunos familiares y amigos: las bodas celebradas en el metaverso no son legalmente vinculantes. Al menos no todavía.
“Podríamos haberlo celebrado vía Zoom, pero el metaverso es mucho más emocionante”, le dijo Padmavathi a Lucas de La Cal, corresponsal de El Mundo en India. Padmavathi, ingeniero de 24 años que trabaja en el Instituto Indio de Tecnología, también es fanático de Harry Potter: el salón de bodas fue diseñado para parecerse exactamente a Hogwarts.
Se contrató un equipo de 18 personas para programar, diseñar y desarrollar el metaentorno virtual donde se llevó a cabo la boda. Costó 150.000 rupias indias (aproximadamente $2000) y duró una hora. Se enviaron códigos de acceso a invitados de todo el mundo, quienes pudieron personalizar sus avatares, interactuar entre ellos y enviar regalos a la pareja a través de diferentes servicios de compras en línea.
Pero Padmavathi y Ramaswamy no son la única pareja meta casada. La misma semana, Ryan y Candice Hurley se casaban en una ceremonia similar, frente a 2000 “invitados”. Lo hacía en Decentraland, un mercado de realidad virtual que permite a los usuarios crear y monetizar contenido digital.
La pareja, residente en Phoenix (AZ), contrató los servicios de una firma de abogados que ahora está tratando de desarrollar un marco legal que permita a estos metamatrimonios firmar acuerdos prenupciales virtuales con todos sus activos digitales, incluidas las identidades virtuales.