Oksana y Mykhailo Karpenko son los nombres de los ucranianos que llegaron en la tarde de este domingo 13 de marzo al aeropuerto internacional Viru Viru de Bolivia. Lo hicieron desde Argentina, país al que llegaron el sábado luego de que autoridades de Migración no les permitieran el ingreso a Santa Cruz.
No obstante, según informó el medio local El Deber, las autoridades locales se dieron cuenta del error. Por ello pidieron disculpas y se encargaron del traslado desde Argentina hasta Bolivia como “huéspedes ilustres” y en calidad de refugiados.
En efecto, el viaje de estos ciudadanos ucranianos tuvo mucho de vía crucis. No solo porque el pasado viernes (segundo de Cuaresma) no le permitieron ingresar al país sudamericano (estuvieron retenidos hasta el sábado) en una primera instancia. Principalmente por todo lo que tuvieron que dejar atrás debido a la guerra entre Rusia y Ucrania.
Sin embargo, en domingo, todo cambió. El recibimiento se hizo con “bombos y platillos” gracias a la calidez que le dieron residentes ucranianos en Bolivia, entre otras organizaciones defensoras de los derechos humanos.
Por otra parte, según prosigue El Deber, la primera en darles la mano fue Ludmila Kundenko. En este caso una residente ucraniana desde 1976, quien confirmó que se iban a hospedar en su casa. En tanto, los beneficiados se mostraron agradecidos por la acogida.
América Latina empieza a abrir sus puertas
Las imágenes de la invasión de Rusia a Ucrania desde el pasado 24 de febrero están siendo verdaderamente desgarradoras. Además de la muerte y destrucción, otra de las postales que se ha transformado en sinónimo del conflicto es de las personas huyendo del país. Ya lo hicieron más de dos millones de personas.
En ese sentido, América Latina también de alguna manera ha empezado a jugar un rol en esta situación. En primer lugar, no solo por la tarea de los diferentes gobiernos en regresar a sus compatriotas salvos y sanos, sino también en cuanto a la disposición de ofrecer refugio a los ucranianos.
Son varios en América Latina los países que tienen numerosos ciudadanos de origen y descendencia ucraniana. México, Argentina y Brasil aparecen como algunos ejemplos. En este último caso, uno de los cuatro países con mayor población de inmigrantes ucranianos a nivel mundial.
Es por esto que nada de lo que sucede en Europa, más allá de los efectos a nivel económico y político, es indiferente. Desde que estalló la guerra el pasado 24 de febrero, en varios países del continente se ha expresado disponibilidad (en algunos se indicó que se estaba contemplando la posibilidad) de acoger a ucranianos en calidad de refugiados. Es el caso, por ejemplo, de países como Guatemala, Argentina, Chile y Uruguay que se han mostrado proclives a esto.
En cuanto a Chile esto ya se hizo efectivo a través de lo sucedido con una pareja de ancianos, quienes se encontraban en el país desde diciembre de 2021 y cuando estalló la guerra decidieron solicitar refugio.