Oksana es una de las cientos de miles de madres que ha tenido que abandonar su casa y exiliarse con sus hijos. Vivía en Kiev con su marido y dos niños, Solomia y Nazar, que ahora le acompañan. Ahora son refugiados camino de Murcia (España), donde recibirán acogida.
El pasado jueves, huyendo de los bombardeos, pasaron la frontera en dirección a Polonia. Allí les acogieron Susana y Michael, un matrimonio español que lleva días ahí con una autocaravana atendiendo a los refugiados en todo lo que pueden: desde gestiones administrativas hasta servir un café o ir a comprar medicamentos.
El marido de Oksana los acompañó hasta la frontera y tuvo que regresar. Se quedó en Ucrania para combatir. Desde Kiev hasta Medyka, el puesto fronterizo, tuvieron un viaje de 24 horas que se hicieron eternas, con mucho miedo y por en medio del conflicto.
Susana, una abogada con un profundo sentido cristiano, atendió a la madre y a los niños, y los acompañó hasta el autocar que les llevaría a su destino de acogida como refugiados.
Oksana y su familia hasta hoy llevaban una vida tranquila. Ahora ella teme por la vida de su marido. Agradecida, le escribió un texto a Susana en inglés. En él expresa lo que siente. Dice así:
"Esta noche los niños dormirán tranquilos"
Susana, como respuesta, le regaló el libro en el que cuenta la vida de su marido y en la dedicatoria escribió: "Oksana, no quiero visitaros en Murcia. Quiero que esa acogida que tanto agradeces sea pronto en Kiev".