La invasión de Rusia a Ucrania cuesta unos 1.000 millones de dólares diarios a Moscú, y además muchas vidas también de soldados rusos, que luchan con poca moral. Ucrania está siendo bombardeada, por tierra, mar y aire, incluso con armas ultraligeras. Pero los rusos encuentran, en cada ciudad, una resistencia numantina.
Hay muchas ciudades, a lo largo de la historia, que han resistido hasta el último hombre. Tal vez el último ejemplo, en el tiempo, es Alepo (Siria), ciudad que quedó arrasada por la guerra. Lo mismo podríamos decir de Sarajevo, capital de Bosnia-Herzegovina; Grozni en Chechenia invadida por los rusos, y Stalingrado en Rusia luchando contra los alemanes de Hitler. Son ciudades europeas, pero hay muchas otras en el mundo y a lo largo de la historia.
Ahora tenemos a otra ciudad que vive una resistencia heroica: Mariúpol, en el sureste de Ucrania. Tenía 450.000 habitantes, es una ciudad costera, a orillas del mar de Azof, y rica en metalurgia, con un puerto que era importante. Está siendo arrasada.
Solo quedan decenas de miles de habitantes que sobreviven Dios sabe cómo, sin luz, sin agua, sin medicinas, y prácticamente sin alimentos. Se refugian en las estaciones de metro o en algún búnker que queda libre. Las bombas siguen cayendo
Me dijo un ucraniano que vive en España: “ni los nazis hicieron tanta maldad en Ucrania”.
De hecho, Mariúpol, que lleva el nombre de la Virgen María, está prácticamente arrasada y el gobierno de Ucrania solo controla el 10 por ciento de la ciudad. Lo que pasa allí es increíble e inenarrable. ¿Cómo sobrevivir en tal situación? Continúan los bombardeos y la ciudad quedará como tierra quemada.
Los expertos se preguntan cómo puede aguantar Rusia, el país más grande del mundo, una guerra tan costosa, con una tropa desmotivada porque los soldados no sabían que iban a invadir Ucrania, sino que iban –se les dijo-- a unas maniobras militares. Por su parte, la lucha de los ucranianos se hace con pocos medios, pero con una alta moral de victoria, lo cual es básico, sobre todo en las grandes ciudades donde se lucha casa por casa.
Los dirigentes rusos dicen que han ido a Ucrania a salvar a los miles y miles de rusos que se encuentran allí. Y es cierto que hay miles de rusos, pero los que estaban en el Dombás no les dejaban salir a Rusia porque se quería mantener el conflicto.
Es cierto que en las regiones con población alta de rusos el gobierno ucraniano obligaba a los hijos de estos rusos a ir al colegio aprendiendo ucraniano, con muy poco ruso.
Por otro lado, la larga convivencia dentro de la Unión Soviética entre rusos y ucranianos ha hecho que se unieran matrimonios de ucranianos/as con rusos/as y esto ha sido una dificultad adicional, pues no todos están a favor de Zelenski.
Lo cierto es que el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, ha ganado la batalla de la opinión pública: habla para todos los medios, cada día, y ante los parlamentos democráticos, como el de Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia, Italia, el Parlamento Europeo y el Consejo de la OTAN, hasta ahora. Todo el mundo occidental no solo lo escucha, sino que lo aplaude con fuerza.
La guerra no avanza. Está como estancada, aunque no cesen las bombas. Se desconoce cuál es el pensamiento y voluntad del presidente Vladimir Putin. Si quiere controlar el país deberá destinar decenas de miles de hombres con el riesgo de que se organicen guerrillas -tras el alto al fuego- que supondrá un peso inasumible por Rusia, que siendo el país más grande del mundo, con 150 millones de habitantes, tiene un Producto Interior Bruto (PIB) semejante al de Corea del Sur y un poco inferior al de Italia.
El punto débil de Rusia es que, cómo tiene 410 de kilómetros de frontera con Ucrania y ha penetrado en distintos puntos. Lo tiene complicado mantener la logística entre los distintos ejércitos que luchan cerca de las principales ciudades. Si a esto añadimos la frontera entre Ucrania y Bielorrusia, que son 890 kilómetros, la frontera real es de 1.300 kilómetros. ¿A qué coste un ejército puede asumir un control de fronteras tan amplio con un país en guerra permanente?
Rusia, con estratagemas, se ha quedado con unos 3.500 niños ucranianos y unas 10.000 familias que han pasado la frontera engañados creyendo que iban a occidente, creyendo que pasaban a occidente por un corredor humanitario. Moscú ha enviado a estos niños y familias a lugares muy lejanos de Ucrania: no pueden volver.
La economía es muy importante en una guerra, no solo para mantenerla, sino para mantener luego la paz. La incógnita más importante de este conflicto es la posición ambigua de China: dos gobiernos autócratas de dos grandes potencias, frente a dos grandes potencias con gobiernos democráticos: Estados Unidos y Europa.
El jueves, día 24 de marzo, se reunió el Consejo de Europa, la “Cumbre Europea” como se la conoce (la reunión de jefes de gobierno de los países miembros de la Unión Europea), en Bruselas y también el consejo de la OTAN, con la presencia del presidente de los Estados Unidos, Joe Biden.
El Consejo de Europa tiene un largo orden del día, entre los que está el precio de la energía y la inflación europeas, y, sobre todo, la situación militar y política en Rusia y en Ucrania.
En la reunión de Bruselas, los países occidentales quieren manifestar su unidad y cercanía frente a los Invasores rusos. De todas formas, la OTAN sigue sin dar muestras de intervenir en la masacre que está practicando Rusia con Ucrania. ¿La intervención de la OTAN supondría un estallido mundial? Parece que esa guerra tendrá lugar en el Océano Pacífico, entre China, Estados Unidos, Taiwán, Japón y las dos coreas, entre otros.
Se cumple ya un mes de la guerra y cada vez más se ven las desgracias humanas, con los 3,2 millones de refugiados esparcidos por toda Europa, las decenas de miles de muertos y heridos y el desastre económico que la guerra comporta.
Y ahora cabe preguntarse ¿quién y cómo se hará la reconstrucción de Ucrania?
El 24 de marzo se abrió de nuevo, aunque parcialmente, la bolsa de Moscú, después de un mes de estar cerrada, por la caída en vertical del rublo. En la sesión de hoy el MOEX, el índice de referencia ha aumentado un 4,4 por 100, aunque se hace difícil valorar a causa de las distorsiones que comporta.
La reapertura, aunque parcial, de la bolsa moscovita ha reaccionado al anuncio de Vladimir Putin de que cobraría las ventas de energía (gas, petróleo y carbón) en rublos. La cotización del rublo ha bajado a la apertura de la bolsa.
Pero la pregunta grande es ¿cuándo llegará el alto al fuego en Ucrania?