La guerra es un “sacrilegio”. En el Ángelus al final de la misa en la plaza de los Graneros de Floriana, el papa Francisco agradeció a los malteses la acogida recibida y recordó una vez más la "tragedia humanitaria" del atormentado país del Este.
A los jóvenes malteses pidió “enamórense de Cristo y no olviden a sus abuelos, el tiempo de amor los hace libres”, dijo el Papa en la presencia de 20.000 fieles congregados para la misa en este segundo y último día de su 36º Viaje Apostólico este domingo, 2 de abril de 2022.
El Pontífice había dicho este sábado que la gente tiene sed de paz, no de las agresiones infantiles de los poderosos.
Después del Ángelus, el Papa volvió a recordar la guerra en Ucrania y rezó por la "tragedia humanitaria" de un país "martirizado", con la petición de no cansarse de rezar y ayudar a los que sufren por una guerra que vuelve a definir como "sacrílega", como ya hizo el pasado domingo y el anterior del 20 de marzo, cuando aseguró que era “repugnante” y que no hay “justificación”.
“Que el Señor os acompañe y que la Virgen os proteja. Recemos ahora por la paz, pensando en la tragedia humanitaria de la atormentada Ucrania, que sigue siendo bombardeada. No nos cansemos de rezar y ayudar a los que sufren. ¡La paz sea contigo!”.
El Papa recuerda a la "cadena de santidad" que ha llevado a tantos malteses a hacer de su vida un regalo, citando en particular a San Jorge Preca, el primer santo maltés de la historia del catolicismo:
“En estas islas se respira el sentido del Pueblo de Dios. Sigan así, recordando que la fe crece en la alegría y se fortalece en la entrega”.
Agradecimiento del Papa
El Papa agradeció a las autoridades, a los sacerdotes y a todos los que han trabajado para esta visita, que estaba prevista inicialmente para la primavera de 2020 y aplazada a causa de la pandemia:
"Deseo expresar mi gratitud al Presidente de la República y a las Autoridades, a mis Hermanos Obispos, a vosotros, queridos sacerdotes, religiosos y religiosas, y a todos los ciudadanos y fieles de Malta y Gozo por la acogida y el afecto recibidos.
También agradezco a quienes han trabajado para esta visita y quiero saludar cordialmente a los hermanos y hermanas de diversas denominaciones y religiones cristianas con los que me he encontrado".
Alegría y raíces
Por último, el Papa dirigió sus palabras a los jóvenes, que son su futuro. “Queridos amigos, comparto con vosotros lo más bonito de la vida. ¿Sabes lo que es? Es la alegría de gastarse en el amor, lo que nos hace libres.
Pero esta alegría tiene un nombre: Jesús. Les deseo la belleza de enamorarse de Jesús, Dios de la misericordia, que cree en ustedes, sueña con ustedes, ama sus vidas y nunca los defraudará”. Y añadió: "no olviden sus raíces. Habla con los viejos, habla con los abuelos, habla con los ancianos”.
Al final del servicio, el Arzobispo Metropolitano de Malta, Monseñor Charles J. Scicluna, dirigió unas palabras de agradecimiento al Papa.