Hasta que les enseñé a mis hijos la palabra "ansiedad", no tenía idea de con qué frecuencia la experimentaban. Uno de mis hijos, en particular, es más ansioso que los demás. Este pequeño ha expresado ansiedad por todo tipo de experiencias nuevas, desde visitar un lugar desconocido hasta hacer nuevos amigos.
Resulta que mi hijo está lejos de estar solo en esto. La ansiedad en los niños es bastante común: alrededor del 7% de los niños de 3 a 17 años han sido diagnosticados con ansiedad y la pandemia ha empeorado la situación.
Ayudar a mi hijo pequeño con la ansiedad me ha enseñado algunas estrategias para hacerle frente. Aquí hay algunas maneras en que ayudo a mi pequeño con ansiedad a salir adelante y mejorar. (Y como siempre, este no es un consejo médico; hable con un médico o un profesional de la salud mental si tiene alguna inquietud sobre su hijo).
1LE DOY A MI HIJO LAS PALABRAS PARA DESCRIBIR EL SENTIMIENTO.
Como dije, hasta que la palabra “ansiedad” estuvo en el vocabulario de mi hijo, mi esposo y yo no teníamos idea de la frecuencia con la que nuestro hijo se sentía así. Darles a los niños las palabras para describir lo que sienten es una herramienta poderosa para ayudarlos a comunicarse y controlar sus emociones.
2ANTICIPO SITUACIONES NUEVAS.
El miedo a lo desconocido es una gran causa de ansiedad. Así que antes lo voy preparando hablando de una nueva experiencia con anticipación, para que mi hijo pueda sentirse cómodo y familiarizarse con ella.
Por ejemplo, si vamos a un lugar nuevo, busco imágenes del lugar en Google Maps para compartirlas con mis hijos. Si vamos a conocer a gente nueva, les muestro a mis hijos fotos de la persona y la describo. A veces incluso sugiero cosas de qué hablar o actividades para hacer con la nueva persona.
Todo este "trabajo preliminar" es un enfoque proactivo de la ansiedad en lugar de permanecer reactivo. Ha sido una excelente manera de preparar a mi hijo y quitarle el miedo a situaciones desconocidas.
Esta táctica de "vista previa" o "aprendizaje previo" prepara a los niños para saber qué esperar en todo tipo de circunstancias. Es especialmente importante para los momentos en que los padres no están con ellos, por lo que realmente ayuda compartir esta estrategia con los educadores y otros cuidadores. Es posible que desee establecer protocolos para asegurarse de que su hijo tenga la oportunidad de anticipar nuevas situaciones cuando usted no esté presente.
3JUEGO DE ROLES.
Otra forma en que preparo a mi hijo es a través del juego de roles sobre qué esperar.
Ya sea conocer a una persona nueva, viajar en avión por primera vez o asistir a un campamento de verano, las situaciones nuevas son más fáciles de manejar si a mi hijo se le ha dado una idea clara de qué esperar e incluso un "guión" de lo que podría decir.
Por ejemplo, si el niño está ansioso por acercarse a otros niños en el patio de recreo, podemos practicar diciendo: “Hola, soy [nombre]. ¿Quiero jugar?"
Me gusta especialmente usar juguetes amados para escenarios de juegos de rol. ¡Esto hace que el juego de roles se sienta como un juego divertido en lugar de una tarea!
4ME TOMO LOS SENTIMIENTOS EN SERIO.
Puede ser tentador para los adultos “descartar” las preocupaciones de nuestros hijos. "¡Oh, eso no es gran cosa!", decimos.
Pero la verdad es que es un gran problema para nuestros hijos. No tienen la experiencia de vida para entender y poner el miedo en contexto.
Entonces, incluso cuando un miedo parece menor, trato de tomarme en serio la ansiedad de mi hijo y trato sus pensamientos y sentimientos con respeto. Creo que esto le enseña a mi hijo a mostrar respeto a otras personas, incluyéndome a mí.
Los parientes bien intencionados y otras personas pueden tratar de quitarle importancia a la ansiedad de su hijo en un esfuerzo por mejorar la situación. Es posible que deba hablar en nombre de su hijo para asegurarse de que sus necesidades se tomen en serio.
5TRATO DE PONER LA ANSIEDAD EN PERSPECTIVA.
Un amigo me aconsejó que le pidiera a mi hijo que clasificara el sentimiento de ansiedad en una escala del 1 al 10. Esto me ayuda a saber qué tan ansioso está mi hijo sobre el tema en cuestión. También puede ayudar al niño a poner el sentimiento en perspectiva, en comparación con otras cosas que le han causado ansiedad en el pasado.
Clasificar la ansiedad es una excelente manera de medir las mejoras. Cuando algo que alguna vez fue un 10 en la escala de ansiedad se reduce a un 8, el niño puede ver que sus estrategias de enfrontamiento están funcionando. ¡Esto es muy alentador para nuestros niños!
Espero que esto te sea útil. Si estás criando a un niño con ansiedad, ¡aguanta! Creo que nuestro trabajo como mamás y papás para nutrir y amar a estas pequeñas almas sensibles es uno de los trabajos más importantes que podemos hacer.