La mayor gracia que podemos recibir es "el perdón total de las culpas y de las penas". Es necesario recibir la Santa Comunión en este día después de una confesión bien preparada (sin apegarse al más mínimo pecado).
En el año 2000, con motivo de la canonización de santa Faustina, el papa Juan Pablo II proclamó el segundo Domingo de Pascua como Domingo de la Misericordia para toda la Iglesia.
Entendiendo las revelaciones a santa Faustina
El mejor comentario sobre este pasaje son las palabras que Jesús dijo durante una de sus revelaciones a la santa Sor Faustina:
El profesor Ignacy Rozycki, que era miembro de la Comisión Teológica Internacional y había realizado previamente un análisis teológico del Diario de santa Faustina a instancias del cardenal Karol Wojtyla, entonces arzobispo de Cracovia, comentó esta promesa de Jesús de la siguiente manera:
Así, en el Domingo de la Misericordia, podemos recibir una gracia comparada por los teólogos con un "segundo bautismo".
Aprovechemos esta oportunidad que nos brinda Jesús, y contémosla a los demás.