separateurCreated with Sketch.

‘Petite Maman’ y el duelo: ¿imaginación o fantasía? 

PETITE MAMAN
whatsappfacebooktwitter-xemailnative
José Ángel Barrueco - publicado el 08/05/22
whatsappfacebooktwitter-xemailnative
Exquisito filme de Céline Sciamma sobre la amistad de dos niñas 

Resultan admirables la sutileza y la cantidad de patrones temáticos que la directora Céline Sciamma logra compendiar en 70 minutos de metraje, la duración de esta magnífica y sorprendente película que comienza a partir de la muerte de la abuela de la niña protagonista. 

El inicio ya revela su maestría para narrar en imágenes y despistarnos. Nelly (Joséphine Sanz), una niña de 8 años, avanza por los pasillos de una residencia. La cámara la sigue. Va asomándose a las habitaciones y dice “Adiós” a cada una de las ancianas que las ocupan. En ese momento creemos que alguna de ellas puede ser su abuela. 

Al entrar en el último cuarto sabemos que no: en realidad su abuela acaba de morir, la madre de Nelly está recogiendo sus últimas pertenencias y el “Adiós” es definitivo: Nelly saluda a esas mujeres porque no volverá por allí. Más tarde sabremos que no pudo despedirse de su abuela durante este diálogo: 

Los objetos de los muertos

Al salir de la residencia, sabremos que la familia (padre, madre e hija) va a alojarse unos días en casa de la abuela, situada en las inmediaciones de un bosque. Se disponen a vaciarla, a llevarse sus pertenencias. Los objetos de los muertos son importantes. Nos comunican de alguna manera con ellos. Constituyen parte de su esencia. Nelly elige quedarse con el bastón característico de su abuela. ¿Quién no ha querido quedarse con las cosas de algún pariente después de su funeral? ¿Quién no ha elegido un sombrero o un abrigo o un reloj que nos sirviera para tener algo suyo y expandir el recuerdo?

Al día siguiente la madre, ahogada por la tristeza, se va sin despedirse. El hueco que deja esa pérdida es demasiado grande. Regresa al piso familiar. Las tareas quedarán en manos de Nelly y de su padre. La niña sale a jugar al bosque y se encuentra con otra cría de su edad, casi un reflejo de ella misma, como una imagen distorsionada en un espejo: es Marion (Gabrielle Sanz). Marion la lleva por un sendero hacia su casa, en cuyo interior ve algunas cosas que la sobrecogen.

Spoilers: dos líneas temporales o un juego imaginativo

A partir de aquí pueden dejar de leer si prefieren las sorpresas, aunque “Petite Maman” es un filme alejado de las trampas y en el que, en cuanto sale la segunda niña, el espectador intuye lo que va a ocurrir. La cineasta nos abre la posibilidad ambigua de elegir una de estas dos opciones:

Que el presente de Nelly converge con el pasado de su madre. Esa niña del bosque es su madre a los 8 años. La casa al otro lado del sendero es idéntica, y en ella Nelly puede ver a su abuela de joven, pero ya sostenida por un bastón. La pena por la falta de despedidas puede ahora suplirse, hay una apertura hacia la resolución de las quiebras sufridas en la realidad. Aquí no hay máquinas del tiempo ni artefactos inventados en laboratorios, sino algo tan sencillo como un sendero, natural como en “Alicia en el país de las maravillas” de Lewis Carroll o “22/11/63” de Stephen King. 

Que tal vez todo sea un juego imaginativo de Nelly para sobrellevar la pérdida, el duelo, los adioses no pronunciados… Los niños suelen recurrir a amigos imaginarios cuando se encuentran metidos en conflictos. Puede que, en suma, obedezca a la necesidad de nuestra fantasía, instigada además por el entorno de la naturaleza, que estimula los fantasmas de la imaginación: las hojas del otoño, las ramas de los árboles, la lluvia, el cántico de los pájaros… Salto temporal o juego imaginativo: lo importante es combatir de alguna forma la ausencia y la pérdida. 

¿Te ha gustado leer este artículo? ¿Deseas leer más?

Recibe Aleteia cada día.

Apoye Aleteia

Usted está leyendo este artículo gracias a la generosidad suya o de otros muchos lectores como usted que hacen posible este maravilloso proyecto de evangelización, que se llama Aleteia.  Le presentamos Aleteia en números para darle una idea.

  • 20 millones de lectores en todo el mundo leen Aletiea.org cada día.
  • Aleteia se publica a diario en siete idiomas: Inglés, Francés, Italiano, Español, Portugués, Polaco, y Esloveno
  • Cada mes, nuestros lectores leen más de 45 millones de páginas.
  • Casi 4 millones de personas siguen las páginas de Aleteia en las redes sociales.
  • 600 mil personas reciben diariamente nuestra newsletter.
  • Cada mes publicamos 2.450 artículos y unos 40 vídeos.
  • Todo este trabajo es realizado por 60 personas a tiempo completo y unos 400 colaboradores (escritores, periodistas, traductores, fotógrafos…).

Como usted puede imaginar, detrás de estos números se esconde un esfuerzo muy grande. Necesitamos su apoyo para seguir ofreciendo este servicio de evangelización para cada persona, sin importar el país en el que viven o el dinero que tienen. Ofrecer su contribución, por más pequeña que sea, lleva solo un minuto.

banner image
Top 10
See More
Newsletter
¿Te ha gustado leer este artículo? ¿Deseas leer más?

Recibe Aleteia cada día.