En tan solo dos días, en el país se conocieron tres graves casos de matoneo escolar. Uno de ellos, el de mayores consecuencias físicas, ocurrió en un colegio de la ciudad de Manizales, ubicada en la región cafetera.
Un joven de 13 años fue herido durante un juego por los mismos compañeros de colegio que, según se conoció, lo habían estado acosando semanas atrás. “Sufrió una lesión grave que trasgredió de forma violenta su integridad física”, confirmaron sus padres en un comunicado.
A pesar de lo que significa para él y su familia, los padres no reaccionaron con más violencia. Por el contrario, optaron por el camino de paz:
La psicóloga Paola Ferrer analizó para Aleteia la realidad alrededor de este caso. Aseguró que "estos valientes padres están dando una lección de humildad tan grande que es muy difícil de comprender y de asimilar, acogen el dolor y lo transforman en algo mejor".
"Parece inverosímil esto que voy a afirmar, pero uno de los regalos más grandes que pueden darle a su hijo herido y dolido es un corazón libre de odio y rencor. Ellos quizá entienden mucho mejor que nosotros aquello que Dios quiere que hagamos”, prosiguió.
El segundo país más expuesto al bullying
Según la revista Semana, el ataque al adolescente se presentó durante un juego consistente en “lanzar una pelota al aire y tomarla de nuevo en cuclillas. Al parecer, todos los participantes desarrollaron la actividad con normalidad. Sin embargo, cuando la víctima tiró el balón y se agachó para recibirlo, fue impactado por un palo”. El niño recibió atención en una clínica y afortunadamente se recupera.
Su caso es solamente uno entre los muchos que ocurren en Colombia, el segundo de los países latinoamericanos miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OECD) con mayor exposición al bullying, después de República Dominicana. Esto según un reciente estudio del Laboratorio de Economía de la Educación de la Universidad Javeriana. “Dicha exposición se relaciona a su vez con la frecuencia con la que los estudiantes son víctimas de bullying o matoneo”, explica el informe.
Ferrer, en su reflexión sobre el fenómeno del acoso en Colombia, dijo que los casos han aumentado. Principalmente, entiende, por la extendida crisis familiar que se presenta en la sociedad.
“La familia ha dejado de ser base de la sociedad y nuestros niños están creciendo cada vez a edades más tempranas, rodeados de personas diferentes a su familia. Hay una grandísima falta de amor y de expresiones de cariño que lleva a fatalidades como las que vemos a diario en nuestro país”, explicó.
Los otros dos casos casi simultáneos fueron el de una niña afrodescendiente que tuvo que explicar a las demás de su salón de clase el porqué de su olor corporal, presionada por una compañera y su mamá. El tercero fue el de un joven. En este caso, sus compañeros prendieron fuego en la cabeza y lo grabaron, motivados por un reto de moda en redes sociales.
“Una enorme carencia de valores”
Sin duda, esto comprueba una realidad triste y dolorosa. “Siempre ha existido el matoneo, pero nunca hemos visto casis tan absurdos, tan devastadores, donde la maldad y la sevicia priman, es devastador y preocupante lo que estamos viviendo, hay una carencia de valores enorme”, agrega la psicóloga.
Es claro que no es un problema exclusivo de la escuela, es un mal de la sociedad en general. Esto explica el aumento de menores de edad necesitados de psicoterapia, como lo cuenta la entrevistada:
“La consulta está llena de niños emocionalmente destrozados, niños con tendencias y deseos suicidas, y te preguntas por qué un niño a tan temprana edad no quiere vivir. Es doloroso ver que los padres no nos hacemos cargo de las emociones de nuestros hijos y que nuestros hijos se mueven en ambientes peligrosos”.
Al preguntarle por la causa de los alarmantes índices de bullying en el país y en el mundo, asegura que la “combinación perfecta” para tener seres humanos indefensos y crear personas maltratadoras es “menos afecto y menos fe”. En su concepto, la educación “a través del tiempo, se alejado a pasos agigantados de éstas dos áreas tan importantes. Menos afecto y menos fe no solo hace personas vulnerables sino también personas ansiosas, tristes y frustradas, carentes de valores que no saben controlar sus emociones”.
Su llamado a los padres es a transmitir el amor de Dios a sus hijos. “Se necesitan padres al cuidado de sus hijos. Nuestros hijos no necesitan tantas cosas materiales, lo básico está bien, lo que más necesitan es nuestro amor”, consideró.
Camino que seguirán recorriendo los papás del adolescente de Manizales a quien sus compañeros maltrataron hasta poner en riesgo su salud física y mental:
“Nuestro hijo nos da la fuerza para seguir adelante, no solo por él sino por otros menores que pueden estar enfrentando circunstancias parecidas y que no tienen que sufrir una experiencia como ésta”.