La enorme popularidad de esta pieza musical se debe a que es la sintonía del Festival de la Canción de Eurovisión que organizan las televisiones europeas (UER), desde 1956 y que en la edición de 2022 se celebra en la ciudad italiana de Turín hoy sábado 14 de mayo.
Composición del Te Deum
Esta obra fue compuesta por el músico francés a finales del siglo XVII en París, cuando ejerció como director musical en la iglesia de Saint-Louis de los jesuitas. Fue en esa época cuando su carrera tuvo su apogeo y recibió muchos encargos. Incluso Felipe de Orleans, un apasionado de la música, le solicitó clases de composición.
Probablemente Charpentier recibió el encargo de la composición de este Te Deum para la celebración de la victoria francesa en la batalla de Steinkerque en agosto de 1692, durante la Guerra de los Nueve Años contra la Liga de Augsburgo.
El Te Deum (A Ti, Oh Dios) es un antiguo himno cristiano de alabanza y acción de gracias a Dios cuyo origen se remonta al siglo IV, con ocasión del bautismo de San Agustín en Milán. Se solía interpretar en momentos importantes de la historia, para dar gracias a Dios con motivo de una victoria militar o con la elección de un nuevo Papa, por ejemplo.
Partitura olvidada
A pesar de la calidad del Te Deum de M.A. Charpentier, un motete polifónico compuesto en Re mayor y dividido en un preludio y 10 partes más, no se tiene constancia de que esta pieza fuera interpretada en más ocasiones.
Así que cuando el compositor falleció en 1704, todo su legado musical quedó en manos de sus sobrinos, que donaron todas sus obras al fondo del Archivo de la Biblioteca Nacional de Francia.
Allí las partituras de Charpentier quedaron en el olvido más de dos siglos, hasta que en 1953 un musicólogo y sacerdote belga, Carl de Nys, las descubrió por casualidad cuando buscaba en la Biblioteca piezas de música sacra.
Sintonía de las cadenas de televisión
Resulta que Carl de Nys colaboraba con la radio y televisiones francesas y dio a conocer su descubrimiento musical. Ese mismo año se realizó el primer registro de la pieza gracias a la Chorale des Jeunesses musicals de Francia y a la Orquesta de cámara Pasdeloup.
Un año después, la Unión Europea de Radiodifusión, fundada por 23 países europeos en 1950, escogió el preludio de esta composición, una fanfarria de metales -sin coro- como sintonía previa a las conexiones de las diferentes cadenas de televisión y radio asociadas.
Retransmisiones en directo
Estas conexiones en directo empezaron con la coronación de la Reina Isabel II de Reino Unido en 1953, y desde entonces las más populares siempre han sido las del Festival de la Canción de Eurovisión (Eurovision Song Contest), su versión infantil (Festival de la Canción de Eurovisión Junior) y el Concierto de Año Nuevo desde la Ópera de Viena.
Y desde 2014 también son habituales las conexiones para retransmitir los debates electorales entre los candidatos a presidir la Comisión Europea.
En el caso del Festival de la Canción de Eurovisión, que se celebra año tras año en un país europeo diferente, es el programa de televisión más antiguo que aún se retransmite y en 2015 recibió el récord Guinness por ser la competición musical televisiva más longeva del mundo. Además, es el festival de la canción con mayor audiencia a nivel internacional.
En definitiva, en la memoria colectiva de muchos europeos está presente ver el logo de la organización televisiva europea, acompañado de la música del preludio del Te Deum de Marc Antoine Charpentier. Una prueba más de que las raíces de Europa son cristianas.