América entera está conmocionada. El público aficionado al hipismo presenció algo que todos han calificado como espectacular: un jinete muy joven y un caballo que arrancó entre los últimos, se hicieron con el triunfo en una pista difícil, con una estrategia sorprendente y un aliado sin par, el cielo. Según Sony León, agradecer a Dios era su primera prioridad luego de ganar la prestigiosa carrera.
Ese tipo de competencias son complejas. Los animales son costosísimos, criarlos también y correrlos es un estrés sólo soportable por jinetes expertos con nervios de acero. Saben lo que se juega y se sienten escrutados a todo lo largo de la pista, por un público que se divide entre aficionados y gente que se la juega en serio. Pero todos apasionados pues si lo que se gana es mucho, ni hablemos de lo que se pierde. Rich Strike era la apuesta más alta del sábado.
Rich Strike hizo honor a su nombre. Entre los mineros norteamericanos, sobre todo en tiempos de la fiebre del oro, cuando en plena faena el pico daba con una mina y salía el oro, a eso lo llamaban rich strike o “golpe rico”. Y rico fue el golpe de Sony y Rich Strike: ¡pagaron 80 a 1 al ganador!.
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Cumplió su sueño
Sony León es un jinete venezolano cuyo sueño era correr el Kentucky Derby. Y lo hizo, a Dios gracias porque es fundamental, con la confianza de su cuadra, del entrenador y del dueño. Ya él venía montando a ese caballo y, una serie de coincidencias de por medio, resultó el jockey más idóneo para confiarle el Derby. Decidido y apasionado por montar y correr esa pista, aceptó. Pero lo que haría nadie lo esperaba. Ni siquiera los más entendidos en la gran hípica.
Sony tiene 32 años. Difícil pensar -y tampoco apostar- que ganaría y menos con un corcel que para muchos conocedores parecía “humilde”.
Rich Strike consiguió aquella noche una de las victorias más sorprendentes de la historia del Derby de Kentucky, al superar a los favoritos Epicenter y Zandon para ganar la 148ª edición de la Carrera de las Rosas.
La victoria del potro de 3 años es la segunda mayor sorpresa en la historia del Derby de Kentucky, sólo superada por Donerail, que ganó la carrera de 1913 con 91-1.
Sony había tenido victorias antes, claro, no era un novato. Unas doce veces había ganado, pero en competiciones menos exigentes.
“Pero sus logros palidecen en comparación con los de los grandes nombres del deporte, como Joel Rosario, Irad Ortiz Jr. y Flavien Prat. La carrera de aquél sábado fue el primer Derby de León; ha ganado aplausos en todo Ohio, pero no se había establecido a nivel nacional antes del Derby”, escribió David Suggs en The Sporting News. Aunque, según el periodista venezolano de Últimas Noticias Iván Roa Frías, León es uno de los jinetes venezolanos con más logros en Estados Unidos.
León se convirtió en el segundo jinete venezolano en ganar el Derby de Kentucky. Justo es recordar que el gran Gustavo Ávila montó a Cañonero II para ganar el Derby de Kentucky y el Preakness Stakes en 1971. Y fue otra hermosa y espectacular historia.
Motorizado a caballo
El secreto es el binomio. Frecuentemente se habla de binomios entre jinete y caballo, especialmente en equitación. Pero todo lo que tenga que ver con esa dupla debe ser un binomio, no en el sentido figurado, sino en el literal: para poder hacer algo bueno a lomos de un ejemplar, la compenetración entre ambos es fundamental.
La pista vio a un jinete muy joven, luciendo los brillantes colores rojo y blanco, Sony León a lomos de Rich Strike soltarse por el interior, deslizándose por delante de Epicenter y Zandon en la recta final para asegurarse la trascendental victoria. Él mismo cuenta: "Cuando estaba en los últimos 70 metros, me dije: 'Creo que gano esta carrera'…".
Y ganó. No pudo ser más espectacular la hazaña. Partieron entre los últimos y Sony pudo trazar su propia estrategia. Mantendría a Rich Strike a un cuarto de máquina hasta visualizar su ruta entre los caballos que iban, muy pegados, pujando por pasarse unos a otros. Fue pulseando el asunto y, poco a poco, lo fue soltando. Se abrieron paso entre los demás hasta situarse entre los primeros y, una vez allí, lo desprendió ubicándose a la cabeza de la pista justo antes de llegar a la meta, la cual pasó como bólido dejando atónitos a público y jinetes. Es un arte y una técnica que sólo dominan los que llevan muchas horas de pista. Y lo que quieren ganar.
En Venezuela, donde seguíamos la carrera en video, la gente exclamaba: “¡Ése no es un jockey, es un motorizado a caballo!”, tal era la velocidad y precisión con que tomó la delantera en un inesperado e imposible zigzagueo, que recordó lo que hacen los motorizados para evadir el tráfico.
Vino de la nada
Sony y Rich Strike hicieron historia. En los Estados Unidos se comentaba que fue la mejor monta en la historia del Derby. ¿Quién lo creería? Un muchacho salido de la nada, de un modesto sector del centro del país, se encumbró por su habilidad como jinete, dejando atrás a los demás que lo aventajaban en veteranía, figuración y ejemplares de mucha fusta.
Porque Sony nació en un pueblito "chiquitico" -como él mismo lo describe- de gente humilde, trabajadora y decente, ubicado entre La Victoria y la Colonia Tovar, en el estado Aragua (Venezuela).
Primero Dios
Apenas se bajó del caballo, comenzaron las entrevistas. Los periodistas deportivos, tan sorprendidos como todos, lo abordaron. Antes que nada, dijo: “Primero agradezco a Dios. Ha sido grande su ayuda para poder decir: ¡lo hicimos! Conmigo está mi familia, traje a mi esposa y a mi hija de un año y dos meses, quien por primera vez viene a las carreras y me trajo esta suerte. ¡Waooo, es una felicidad muy grande, lo mejor del mundo! Estoy agradecido por la oportunidad. Y para mi país un saludo, ¡esto es por mi Venezuela, mi patria querida!”.
“Ojalá no crezcas”
En un programa llamado “Agentes 305” fue entrevistado por el publicista y locutor hípico Carlos Morales. Sony contó que es el único en su familia que ha sido jockey, aunque su padre también lo anheló pero no pudo cumplir su sueño pues su padre no lo dejó. Pensaban que era muy riesgoso. No tuvo el apoyo familiar como sí lo tuvo Sony. El padre se propuso que su hijo lograría lo que él no pudo y desde pequeño lo alentó a ser jinete.
En la hípica existe la creencia de que un jockey debe ser bajo de estatura, lo cual hoy se sabe que es un mito, que no es la estatura lo que cuenta. No obstante, el padre de Sony rezaba “para que no creciera” y pudiera ser bueno en las carreras. Sony no creció mucho pues su padre tampoco es alto, pero está convencido de que “lo importante es la disciplina y mantener un peso determinado. De allí se forma el jockey”, afirma.
Desde los seis años comenzó a montarse en los caballitos del pueblo. Más adelante comenzó a asistir, junto a su padre, a los centros hípicos, a los remates y carreras, a vivir esas emociones que lo capturaron y, poco a poco, se metió en ese mundo a fondo. A los 15 años le dijo a su padre: “No voy a estudiar, voy a montar”. Sus inicios en Venezuela como en Estados Unidos fueron duros, pero eso le dio temple y hoy muestra un carácter firme y una historia que bien valdría un filme por la manera cómo ha logrado abrirse paso en un oficio donde abunda la agresividad competitiva.
El idioma equino
Luego de mucho esfuerzo y no pocas dificultades, llegó a Estados Unidos. No sabía inglés, no tenía recursos ni conocidos, pero encontró personas que le dieron oportunidades para montar sus caballos, con los que hasta hoy conserva buena amistad y relaciones de trabajo. A medida que se le iban dando las cosas –papeles. licencias, la confianza de la gente- repetía: “¡Qué bendición tan grande!”. Y comenzó a ganar carreras.
A fin de cuentas, si bien no hablaba inglés, el idioma de los caballos sí lo comprendía de maravilla y eso era lo importante. Es como los músicos, que tienen un sólo idioma en el planeta entero.
A partir del 2016 su carrera comenzó un impulso que no paró. Hoy, su efectividad es alta, es muy competitivo, arrasando con carreras ganadas. Para 2018-19, aumentaron significativamente sus montas. “Nada es fácil –dice- pero lo que he ganado ha sido por la pasión que siento por mi trabajo”.
Para el 2021 coleccionaba muchos premios y ahora corona con el Derby de Kentucky.
Con Venezuela en el corazón
Siempre repite que a Venezuela no la puede olvidar pues no sólo es su país sino que sus padres y uno de sus hermanos viven allí, así que las posibilidades de que vuelva pronto están abiertas.
Habla con generosidad de otros jockeys, tanto venezolanos como extranjeros, a los cuales elogia sin ambages.
Sus compatriotas lo animan y secundan. Uno de ellos escribió: ¡Viendo este vídeo, y la historia de vida de Sonny León, su temperamento, su carácter, firmeza con decisión, me llevan a asegurar que Rich Strike gana el Kentucky Derby porque en su lomo estaba Sony León. Este caballo no gana el Derby, a menos que un jinete con el arrojo de Sony lo condujera. Que sigan los éxitos Sony, y bendiciones para ti”.
Otro le puso: “Tremendo regalo el Día de las Madres para tu mamá, ganando el derby de Kentucky 2022, un orgullo para Venezuela y el hipismo mundial”.
Y este otro tuit: “No sé mucho de caballos pero no dejo de ver los vídeos y la dupla perfecta jinete y caballo; hay una foto espectacular que no toca terreno, flotando... increíble y el vídeo de cómo Sonny y Rich Strike remontan por el lado interno y luego pasa los 2 caballos, avanzando hasta ganar a un ritmo supersónico. Waooo!”.
Él mismo lo cuenta: en un tiempo pasaba mucho trabajo; era pequeño, no tenía la fuerza suficiente, le costaba hasta colocar el filete al caballo. Pero con tesón, ilusiones y mucha fe, supo hacerse un nombre que hoy brilla en las marquesinas hípicas. Seguirá su carrera en las carreras y nos dará muchos momentos de emoción, sin la menor duda.