Cada día es un misterio, un presente, un obsequio de Dios. El misterio de Dios se presenta ante nosotros y no somos capaces de percibirlo.
No lo vemos porque pasamos por el mundo aferrados a la pantalla del teléfono móvil haciendo lo que no debemos o apegados a los deseos temporales, la codicia, la pornografía, el odio….
Sembramos en nuestras vidas el pecado que lastima el alma y ofende a Dios.
De nuestro comportamiento en este mundo dependerá nuestra eternidad.
Un llamada para todo tiempo
Hemos olvidado el urgente llamado que hizo la Virgen María en Fátima:
Era apenas el año 1917 y ya se ofendía a Dios a tal grado que la Virgen nos advierte de nuestro comportamiento. No había internet, webs de pornografía…
Hagamos un pequeño ejercicio. Es muy sencillo. ¿Tienes una Biblia a mano? Búscala y ábrela en 2 Timoteo 3. Lee los versículos del 1 al 5:
Ahora mira a tu alrededor y dime si no encuentras similitudes entre lo que vivimos en el mundo de hoy y lo que acabas de leer. No podemos ser ciegos.
Dios nos llama al amor y elegimos la guerra, el odio. Demos amar, porque Dios nuestro Padre compasivo, nos ha mostrado su amor infinito a través de su Hijo Jesucristo.
La batalla es real
Estamos sumergidos en medio de una batalla espiritual donde se decide el destino de nuestras almas inmortales. No lo vemos, pero es real.
Pero, ¿cómo defendernos?¿Qué nos dicen las Sagradas Escrituras?
“Lleven con ustedes todas las armas de Dios, para que puedan resistir las maniobras del diablo… Pónganse la armadura de Dios, para que en el día malo puedan resistir y mantenerse en la fila valiéndose de todas sus armas.
Tomen la verdad como cinturón, la justicia como coraza; tengan buen calzado, estando listos para propagar el Evangelio de la paz.
Tengan siempre en la mano el escudo de la fe, y así podrán atajar las flechas incendiarias del demonio. Por último, usen el casco de la salvación y la espada del Espíritu, o sea, la Palabra de Dios."
¡Ánimo! No estamos solos en esta batalla. ¡Vamos a luchar por nuestra salvación! Dios va con nosotros y podemos ganar.