El Papa Francisco quiso mostrar hoy, durante el rezo del Regina Coeli con los peregrinos en la Plaza de San Pedro, su cercanía a los católicos de China.
El Pontífice recordó la próxima celebración, el 24 de mayo, de la fiesta de María Auxiliadora, patrona de la Iglesia en China y venerada en el Santuario de Sheshan en Shanghái. Este día fue instituido en 2008 por su antecesor, Benedicto XVI, como día de oración por la Iglesia en China para todos los católicos.
"La feliz ocasión me ofrece la oportunidad de renovarles la seguridad de mi cercanía espiritual", afirmó el Papa. "Sigo con atención y participación la vida y los acontecimientos, a menudo complejos, de los fieles y de los pastores, y rezo por ellos todos los días".
"Les invito a uniros a esta oración, para que la Iglesia en China, en libertad y tranquilidad, viva en comunión efectiva con la Iglesia universal y ejerza su misión de anunciar el Evangelio a todos, ofreciendo así también una contribución positiva al progreso espiritual. y material de la sociedad", concluyó.
Este saludo, que tradicionalmente dirige el pontífice cada año a los católicos de China con motivo de la fiesta de su Patrona, se produce este año pocos días después de la detención y posterior liberación del cardenal Joseph Zen.
Esta detención, que la Santa Sede dijo observar con "preocupación", se produce en medio de un endurecimiento del control del Gobierno chino sobre la Iglesia católica.
Junto con el cardenal Zen, fue arrestado también en Hong Kong el magnate católico pro-democracia Jimmy Lai, según informa AsiaNews. El pasado 18 de mayo, las autoridades chinas anunciaron que Lai será juzgado por amenaza a la seguridad nacional y sedición por el Tribunal Superior, que podría condenarlo a cadena perpetua.
Por otra parte, el gobierno ha anunciado que, a partir del 1 de junio, se inaugurará un sistema de control financiero de las entidades religiosas, incluidos los ingresos, gastos y donaciones locales y extranjeros.
Además, varios obispos han sido arrestados en los últimos meses. Entre ellos, monseñor Joseph Zhang Weizhu, detenido hace un año junto con diez de sus sacerdotes, y monseñor Shao Zhumin, obispo de Wenzhou, detenido el pasado mes de octubre.