“Para Richard Carapaz el hecho de ser subcampeón en el Giro de Italia 2022 no es motivo de tristeza”. Así comenzaba una reciente crónica publicada por el medio ecuatoriano El Universo.
Detrás de esas palabras se esconde algo para nada menor: la importancia de saber alegrarse por dar lo mejor de uno mismo en una competencia y estar siempre en la lucha por la excelencia.
En efecto, aquí el resumen de lo que ha sido para el ciclista carchense no haber podido repetir la hazaña del año 2019 cuando logró coronarse en una de las carreras de ciclismo más importantes del mundo como el Giro de Italia.
“No tiene que haber tristeza, estoy muy contento porque a lo largo de los años que he venido siendo profesional he demostrado que puedo estar en lo más arriba y hoy no ha sido la excepción”, comentó el propio Carapaz en declaraciones a radio La Red de Quito.
“Estoy muy contento porque es un gran segundo lugar del Giro de Italia, es una gran vuelta otra vez para mí. Encontrarme en esta situación es bastante positivo. Siempre debe haber un ganador y ahora me tocó conformarme con el segundo lugar”, prosiguió.
“No fue un bajón” (fue un “ascenso”)
Los últimos años de Carapaz a nivel competitivo han sido sinónimos de esfuerzo y perseverancia. Esto lo ha llevado a ser motivo de orgullo y ejemplo para Ecuador (y más allá).
Sin lugar a dudas sus conquistas han emocionado a Ecuador. Desde aquella vez que ganó la Vuelta de Navarra en España, su triunfo en el Giro de Italia 2019, pero también actuaciones destacadas en la Vuelta de España en 2020 o hasta haber llegado tercero en el Tour de Francia (2021). Incluso, hasta con una increíble obtención de la medalla olímpica de oro en Tokio 2020.
“Al final no tengo que estar triste, son cosas que pasan; a veces se gana y otras se pierde”, volvió a reflexionar Carapaz con respecto a lo acontecido este 29 de mayo (curiosamente Domingo de la Ascensión). Por último, en cuanto a haber perdido la maglia rosa en la penúltima etapa, insistió en que no fue “un bajón” para él.
“Lo que pasó no fue un bajón para mí, esto me dio fortaleza para volver (a luchar) otra vez. Hay que alentar a los ecuatorianos para que no estén tristes”, expresó.
Estas palabras, cargadas de motivación, acompañadas de imágenes bonitas junto a su familia, no hacen más que confirmar que lejos de haber perdido una final, Carapaz sigue su carrera con alegría y esperanza hacia el futuro. Richard Carapaz no baja, “asciende”. Y una vez más aquellas palabras de don Alberto, su padre, cuando se hizo con la gloria en Italia en 2019: “Eres el mejor hijo que pudo haberme dado Dios”.