"Recuerda que tú también serás viejo o vieja. La vejez llega para todos”. El papa Francisco ha pedido pensar en nuestros ancianos y mayores porque es una edad vulnerable y de fragilidad, pero de gran sabiduría y que custodia la memoria de la “familia, de la sociedad y de la humanidad”.
“Cada uno de nosotros puede pensar hoy en los ancianos de la familia”, afirmó Francisco en la audiencia general del miércoles 1 de junio de 2022 en la Plaza de San Pedro.
“¿Cómo me relaciono con ellos hoy, los recuerdo, los visito, trato de que no les falte nada, los respeto? El Papa exhortó a pensar en los mayores que están en nuestra familia y que encontramos cotidianamente: "piensen en mamá, papá, abuelo, tíos, amigos. ¿Los borro de mi vida o voy y tomo la sabiduría de la vida?”, añadió.
Y luego el Papa, 85 años, miró al público presente y sin hojas, y amonestó: “Recuerda que tú también serás viejo o vieja. La vejez llega para todos".
¿Cómo te gustaría que te trataran o tratasen en la vejez? cuestionó el Papa otra vez. Por ello, pidió reflexionar sobre cómo tratamos a los abuelos. Pues, ellos "son la memoria de la familia, son la memoria de la humanidad, la memoria de la patria, aprecien a los ancianos que son la sabiduría”.
No descartaremos a los despreciados, sino que miraremos como primeros aquellos que son considerados últimos.
En esta catequesis, el Papa subrayó “la fragilidad y la vulnerabilidad" de los abuelos y personas mayores. "Una realidad que es “dura en sí misma”. Lo dijo el Pontífice que ayer se presentó en silla de ruedas en la Basílica de Santa María La Mayor, debido a su dolor de rodilla, para concluir el ciclo de oración del Rosario por la Paz.
Engaños a los mayores
Asimismo, una realidad que da origen “en nuestra civilización a situaciones de abandono, de engaños y se abusos contra las personas mayores”.
“Es paradójico - denunció el Papa - que nuestra sociedad, tan avanzada en su presunta eficacia, propicie al mismo tiempo estas injusticias, cada vez más numerosas, que lejos de ser una excepción, muestran palpablemente la cultura del descarte que se ha apoderado de ella”.
Esta mañana, calurosa y soledad, el Papa se ha reunido con grupos de peregrinos y fieles de Italia y de todo el mundo.
En su discurso, el Papa, que subió al estrado de la Plaza de San Pedro con un bastón y con ayuda de sus colaboradores, ha continuando el ciclo de catequesis sobre la vejez y centró su reflexión en el tema "No me desampares cuando falten mis fuerzas" (Lectura: Sal 71,5-6.20-21).
Vergüenza
La vergüenza debería caer sobre aquellos que se aprovechan de la debilidad de la enfermedad y la vejez
La sociedad actual lleva a las personas esconder sus años para evitar ser vistos como vulnerables. Entonces, el anciano del Salmo citado por el Papa pide a Dios: “¡Confusión y vergüenza sobre aquellos que acusan a mi alma”.
De hecho, asegura Francisco, “la vergüenza debería caer sobre aquellos que se aprovechan de la debilidad de la enfermedad y la vejez”.
Y pide a los ancianos regocijarse en la oración: “La oración renueva en el corazón del anciano la promesa de la fidelidad y de la bendición de Dios”.
“Jesús, en los Evangelios, nunca rechaza la oración de quien necesita ayuda. Los ancianos, por su debilidad, pueden enseñar a los que viven otras edades de la vida que todos necesitamos abandonarnos en el Señor, invocar su ayuda”.
En este sentido, explicó, “todos debemos aprender de la vejez: sí, hay un don en ser anciano entendido como abandonarse al cuidado de los demás, empezando por Dios mismo”.
Magisterio de la fragilidad
Todos debemos aprender de la vejez: sí, hay un don en ser anciano entendido como abandonarse al cuidado de los demás, empezando por Dios mismo.
Por ultimo, el Papa señaló un “magisterio de la fragilidad”. Es decir, “no esconder las fragilidades”, que son una realidad, “que la vejez es capaz de recordar de manera creíble para todo el arco de la vida humana”.
“No esconder la vejez, no esconder la fragilidad de la vejez. Este es una enseñanza para todos. Este magisterio abre un horizonte decisivo para la reforma de nuestra propia civilización. Una reforma que ahora es indispensable en beneficio de la convivencia de todos.
La marginación -conceptual y práctica- de la vejez corrompe todas las etapas de la vida, no sólo la de la ancianidad”, concluyó.
La Audiencia General terminó con el canto del Pater Noster y la Bendición Apostólica.
El Papa ha inaugurado en su pontificado la Jornada Mundial de los Ancianos y Mayores. Este año en su segunda edición se celebrará el 24 de julio de 2022. Además ha autorizado un decreto de Indulgencias Plenarias para aquellos que cumplan actos de caridad y de misericordia a favor de los ancianos abandonados, solos o enfermos. Lamentablemente, el Papa no podrá presidir la misa de la II Jornada a causa de su viaje a Canadá (24-30 de julio).