Su nombre proviene de una de las dos leyendas que cuentan el origen del santuario.
Las dos leyendas
La primera leyenda se remite al siglo VIII, cuando se estableció en aquel monte un ermitaño muy piadoso que había despertado el respeto de todos los habitantes del lugar por su testimonio de fe y su gran devoción por la Virgen María.
Al fallecer, pasado un tiempo, los pobladores encontraron su cuerpo incorrupto y decidieron edificar en el lugar una ermita con una pequeña capilla para albergar su cuerpo que empezó a ser conocida como "do corpiño".
Con la invasión sarracena y el paso de los años, este lugar quedó en el olvido hasta el siglo XII, más precisamente en el año 1109, donde nace nuestra segunda leyenda.
En este año unos pastorcitos de Losón, durante una tormenta, se refugiaron en las ruinas de la vieja capilla y, al entrar en ella, se vieron alumbrados por una luz misteriosa.
En esa radiante luz pudieron ver la imagen de la Virgen con el Niño en brazos.
Permanecieron allí toda la noche, hasta que, al día siguiente, sus padres los encontraron salvos y llenos de alegría.
Los pastorcitos continuaron a ir por tres días a visitar a la Virgen, luego contaron a sus padres que veían allí a la Señora que les hablaba con mucho cariño.
Los padres quisieron corroborar la historia y fueron al lugar, allí pudieron ver como el lugar se iluminaba de resplandores extraordinarios. Inmediatamente dieron a conocer lo que estaba sucediendo a los vecinos y al párroco.
El párroco un poco incrédulo acudió al lugar acompañado de un gran gentío, era el 24 de junio. Ese día se realizó una nueva y última aparición de Nuestra Señora, a presencia de todo el pueblo que, postrado en tierra, rompieron en llanto de gratitud y amor a la Emperatriz de los Cielos, que desapareció confundiéndose entre las nubes.
Las peregrinaciones y las misas para los "poseídos"
Desde aquellas apariciones, miles de creyentes llegan en peregrinación a visitar la famosa Virgen do Corpiño, donde son más masivas durante la romería que se celebra en torno al 23 y 24 de junio.
La Virgen do Corpiño se ha vuelto muy popular desde comienzos del siglo pasado, porque a ella recurren a cientos de peregrinos en busca de un remedio en contra de los hechizos o las posesiones demoníacas. Estas quizás sean alguna forma de enfermedad mental o nerviosas poco conocidas, pero de hecho la Iglesia autoriza hasta hoy la práctica del exorcismo en O Corpiño.
El ritual exorcista para alejar el malvado
Una costumbre que practican los feligreses en do Corpiño es la de visitar la fuente con virtudes curativas según la tradición que está cerca a la eremita y con la presencia del sacerdote se lavan las manos y la cara tres veces. Beben también el agua tres veces mientras recitan jaculatorias como las siguientes: "esta agua voy a beber bendícela Dios que tiene gran poder".
Luego dan tres vueltas a la ermita y, deteniéndose en un rústico sepulcro, ante el cual hacen la señal de la cruz y entonan el siguiente exorcismo:
"cuz nomonte Icruz na fonte; lnunca o meu corpolo demo encontre,/nin de noitelnin de die/ nin ó sol do mediodía. ICo poder de Dios l e da Virxe María".
Fuente: ocorpino.org