Sebastián Sosa, actual guardameta del equipo argentino Independiente, tiene ya una larga trayectoria como deportista. Con 35 años ha podido defender a diversos equipos como Peñarol de Uruguay; Boca Juniors, Vélez Sarsfield y Rosario Central de Argentina; Pachuca, Mineros de Zacatecas y Monarcas Morelia y Mazatlán FC en México.
Sin embargo, a Sosa le quedaba un sueño por cumplir: jugar en la selección uruguaya de fútbol, algo que hasta el momento nunca le había sido posible. El pasado sábado ese sueño, luego de muchos años de espera, finalmente se hizo realidad.
Sosa debutó ya cerca del cierre del segundo tiempo (minuto 75), con un partido amistoso desdibujado ante Panamá que sirvió de despedida de Uruguay con gente antes del Mundial de Catar, y lo vivió de una manera más que especial.
El abrazo con Fernando Muslera, en el momento del cambio, ya dejó traslucir lo que significaba para él todo esto. Es que si bien Sosa no tuvo que vivir ninguna jugada de riesgo (casi ni tocó el balón), lo que experimentó lo llenó de alegría. Al final del encuentro una de las imágenes que más se hicieron virales fueron precisamente la de él junto a familiares abrazados y llorando de la emoción.
La perseverancia y Dios…
Sosa se ha hecho famoso para muchos por su cierta extravagancia en su cabeza tras empezar a lucir el tatuaje de un león. En aquel momento el cambio de look había estado motivado por una secuela del coronavirus que hizo que empezara a perder demasiado cabello. Con el paso del tiempo logró hacer un tratamiento de recuperación, pero parte del tatuaje quedó visibilizado.
Sin embargo, entre las particularidades de Sosa también aparecen sus constantes referencias a Dios.
“Gracias DIOS por este momento”, fue el mensaje que difundió en redes con la foto del momento en que pudo debutar con Uruguay.
Sin embargo, meses antes, inundó sus redes con otros mensajes especiales:
“Dios va a poner en tu camino tolo lo que necesitas, no te desesperes”. También: “Lo que Dios quiera, cuando Dios quiera y como Dios quiera”.
Las referencias al tema de la fe, la perseverancia y la constancia (con miradas al cielo) también suele ser comunes en él.
Hasta con momento insólitos donde no puede faltar alguna señal de la cruz. Incluso, replicando al papa Francisco en Twitter:
"Todos tenemos oídos, pero muchas veces no somos capaces de escuchar. De hecho, hay una sordera interior, peor que la física, es la sordera del corazón, que hoy podemos pedirle a Jesús que toque y sane".
El largo camino de Sosa, la fe y la perseverancia, finalmente logró hacerse realidad en una noche gélida de Montevideo. Pero su ejemplo calentó los corazones de todos, también de los más incrédulos. Principalmente de aquellos que se rinden ante la adversidad.
Si hoy Sosa tuviera en frente a Luis Advíncula, quien tras quedar eliminado del Mundial de Catar con Perú decidió renunciar a la selección, tal vez lo miraría a los ojos y le diría: "Ánimo, a levantarse".
Es que los sueños están ahí. Y de la mano de Dios muchos de ellos también podrán ser posibles.