Un día como hoy, 16 de junio, Juan Pablo II celebró la misa en el parvis de la Basílica Vaticana y proclamó al mundo la santidad del hasta entonces beato padre Pío de Pietrelcina. Y contó detalles íntimos de su relación con el santo, como que cuando era joven se confesó con él.
La canonización del fraile fue un momento histórico para millones de fieles. Porque el Padre Pío era amado por su misericordia, gestos místicos y cercanía a Jesús, hasta el punto de llevar los estigmas, escondidos bajos sus guantes, que misteriosamente, cubrían sus manos hasta en verano.
El humilde fraile nace como Francesco Forgione en 1887 y fallece en 1968, sacerdote de la Orden de los Hermanos Menores Capuchinos.
Juan Pablo II llevó a los altares a san Pío recordando 5 citas de la Biblia:
1. "Porque mi yugo es suave y mi carga liviana" (Mt 11,30).
El Evangelio de Mateo explica “una magnífica síntesis de toda la existencia del Padre Pío”.
“La imagen evangélica del "yugo" evoca las numerosas pruebas que tuvo que afrontar el humilde capuchino de San Giovanni Rotondo”.
El "yugo" de Cristo -dijo el Papa- es “suave”, y “cuán ligera su carga cuando se lleva con amor fiel...”.
2. "Yo sólo me gloriaré en la cruz de nuestro Señor Jesucristo, por quien el mundo está crucificado para mí, como yo lo estoy para el mundo” (Gal 6,14).
El Papa decía que “sin esta referencia constante a la Cruz, no se puede entender” la santidad de Padre Pío.
El santo fraile que tanto amaba a la Virgen María, escribió: "Para llegar a nuestro fin último, debemos seguir el liderazgo divino", que conduce el alma “por el de la abnegación y la Cruz” (Epistolario II, p. 155 - fiesta de la Asunción de 1914).
3. "Yo soy el Señor que actúa con misericordia" (Jer 9,23)
“El Padre Pío fue un generoso dispensador de la misericordia divina, poniéndose a disposición de todos a través de la hospitalidad, la dirección espiritual y, sobre todo, la administración del sacramento de la penitencia”.
Juan Pablo II mismo admite que durante sus años de juventud se confesó con Padre Pío:
Karol Wojtyła recuerda:
Así ha invitado a los sacerdotes “a cumplir con alegría y asiduidad este ministerio, tan importante también hoy”.
4. "Tú eres el Señor, mi único bien"
Juan Pablo II indica que Padre Pío con su ejemplo de santidad “nos invita a poner a Dios por encima de todo, a considerarlo como nuestro único y supremo bien”.
Y rememoró que al santo le gustaba repetir: "Soy un pobre fraile que reza", convencido de que "la oración es la mejor arma que tenemos, una llave que abre el Corazón de Dios".
Por otro lado, “a la oración el Padre Pío unió también una intensa actividad caritativa, de la que la "Casa Sollievo della Sofferenza" es una extraordinaria expresión.
“Oración y caridad: esta es una síntesis muy concreta de la enseñanza del Padre Pío, que se propone a todos hoy”.
5. “Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, por haber ocultado estas cosas a los sabios y a los prudentes y haberlas revelado a los pequeños” (Mt 11, 25).
Juan Pablo II pidió al fraile italiano “humildad de corazón, para que seamos contados entre los pequeños del Evangelio”.
Juan Pablo II elevó una mirada al cielo para pedir que el santo ayudara a la Iglesia a “reconocer fácilmente en el pobre y en el que sufre el rostro mismo de Jesús”.