Jennifer Hudson es una artista de récord. Solo cuatro mujeres más han sido capaces de vencer los cuatro premios que reconocen un talento musical y actoral total, tanto en cine como en teatro. Estos cuatro galardones son los Óscar, los Grammy, los Emmy y los Tony.
Solo 17 personas en la historia han conseguido semejante reconocimiento y, hasta ahora, cuatro de ellas mujeres: Audrey Hepburn, Helen Hayes, Rita Moreno y Whoopi Goldberg.
Jennifer Hudson, de 40 años, creció en el seno de una familia cristiana y, como muchas otras grandes artistas, dio sus primeros pasos musicales cada domingo en el coro parroquial.
Y desde entonces no ha dejado de hacerlo, pese a su enorme fama, tal y como confesó en una entrevista a Oprah Winfrey.
“Canto en la parroquia todos los domingos. ¿Qué problema hay con eso? Lo he hecho toda mi vida. Sigo siendo la misma”, dijo Hudson con total naturalidad a la presentadora.
Carisma y perseverancia
Jennifer Kate Hudson nació el 12 de septiembre de 1981 en Chicago, Illinois. Creció cantando en el coro de la iglesia y se graduó de Dunbar Vocational Career Academy en 1999.
Después de cantar durante un año en un crucero de Disney, se presentó en 2004 como aspirante en el famoso talent show American Idol.
No lo ganó, ni si quiera llegó a los primeros puestos. Quedó la séptima, pero su carisma y talento presagiaban que Hudson iba a ser una gran diva.
Sin embargo, aunque cosechó mucha popularidad gracias al concurso, tras ser eliminada del programa regresó casi al anonimato.
Tuvo que volver a batirse con centenares de artistas en audiciones para musicales de Broadway y proyectos cinematográficos.
Reconocimiento mundial
Tras varios intentos y fracasos, consiguió el papel que cambiaría su vida. Fue en la cinta Dreamgirls, la adaptación para el cine del famoso musical con el mismo nombre.
Su actuación le valió el reconocimiento mundial y una lluvia de premios. Ganó el Golden Globe y el Óscar a mejor actriz de reparto por su interpretación.
Su carrera estaba encaminada hacia el éxito. Por eso, tras el cine, decidió seguir intentándolo en la industria musical.
En 2008, con su primer disco, “Jennifer Hudson”, la artista ganó un premio Grammy al mejor álbum de R&B. La joven lo tenía todo.
Tragedia familiar
Sin embargo, la tragedia llamó a su puerta de la forma más cruel e inesperada. Ese mismo año fueron asesinados su sobrino, su hermano y su madre.
El ex marido de la hermana de Hudson, que no aceptaba la separación, entró en la casa familiar a punta de pistola para llevarse a su hijo, el sobrino de la artista, de solo siete años de edad.
William Balfour asesinó a la madre y al hermano de Hudson al intentar impedir que se llevara al pequeño.
Días después Julian D. King fue hallado muerto. Su cuerpo tenía varios disparos. Balfour fue capturado, juzgado y condenado a cadena perpetua por los terribles homicidios.
Jennifer Hudson desapareció de la escena pública durante más de un año.
La fuerza de la fe
Reapareció a principios de 2009 para cantar el himno estadounidense en la Super Bowl.
Retomó poco a poco su trabajo a la par que puso en pie una organización benéfica en memoria de su sobrino, la Julian D. King Gift Foundation, enfocada especialmente en apoyar a los niños en sus necesidades proporcionándoles material escolar, deportivo o regalos en Navidad y en sus cumpleaños.
Hudson siempre ha tenido muy presente la fe en su vida, y el asesinato de sus familiares puso de manifiesto cuán fuertes fueron las enseñanzas que recibió en su infancia, sobre todo, de parte de su abuela y de su madre.
Tras conocer la sentencia a cadena perpetua de su ex cuñado, la artista emitió un comunicado en el que aseguraba que también rezaba por la familia Balfour, la familia del asesino.
Además, imploraba a Dios el perdón para el asesino y que el arrepentimiento llegara a su corazón. E incluía esta cita bíblica en el mensaje:
Agradecimiento a Dios
Hace unos días, la cantante, que no ha dejado de cosechar éxitos profesionales, ganó un premio Tony a la mejor producción de un espectáculo musical.
Con el galardón, ha entrado a formar parte del exclusivo club EGOT (Emmy, Grammy, Oscar, Tony) del que forman parte unos pocos talentos.
En sus redes sociales, Hudson ha agradecido este galardón a Dios, que “lo ha vuelto a hacer”.
Ni el fracaso inicial, ni la tragedia que ha marcado su vida, ni el éxito que después ha obtenido han hecho que la artista se olvide de sus profundas raíces cristianas.
Algunas de sus publicaciones e imágenes en Redes Sociales (Galería)