Varias organizaciones cristianas, entre las que se encuentra la Fundación DeClausura, están recuperando la antiquísima tradición de las Misas Gregorianas como un acto de profundo amor por un difunto.
Las Misas Gregorianas se celebran durante treinta días consecutivos en sufragio por un difunto.
Los orígenes
Esta costumbre se remonta al Papa San Gregorio Magno (590-604), quien la hizo popular en una historia referida en sus Diálogos.
Allí relata la historia de un monje, llamado Justo, que había cometido pecados contra la pobreza monástica.
Después de la muerte del monje, un compañero del monasterio, informó a Gregorio (que aún no era Papa, era el superior del monasterio) que había soñado repetidamente con Justo pidiendo que se ofrecieran treinta misas en su sufragio.
Gregorio ordenó que un monje celebrara cada día durante treinta días en sufragio del alma de Justo. Después de los treinta días, Justo se apareció en sueños tanto al monje como a san Gregorio, dando las gracias y diciendo que ahora vivía en un estado de felicidad.
Cuando fue elegido Papa, Gregorio Magno dio su aprobación a las treinta misas, llamadas por est motivo gregorianas.
La tradición
Las misas gregorianas se celebran durante 30 días consecutivos por un mismo difunto. No es necesario que los celebre el mismo sacerdote. Según la tradición, si se pierde un día por negligencia, hay que volver a empezar. Si la interrupción se produce por una causa razonable, los frutos del sufragio no se pierden; pero la celebración de las treinta misas debe completarse lo antes posible
La Iglesia pide evitar concebir el ofrecimiento de una misa en sufragio por un difunto como una práctica ritualista, que podría incluso caer en la superstición. Se trata más bien de una manifestación de fe en el valor salvífico del sacrificio de Cristo en la Eucaristía.
Santo Tomás de Aquino, en la “Suma Teológica” aclara que "la obra satisfactoria no solo beneficia a quien está destinado; sino mucho más a quien lo realiza" ( Suplemento 71, 5).
Para la mayoría de las parroquias es muy difícil poder dedicar treinta misas consecutivas por un mismo difunto. Por este motivo, la Fundación DeClausura ha anunciado que ofrece su disponibilidad para poner en contacto a cualquier persona que lo necesite con monasterios para que puedan celebrar misas gregorianas por un difunto.
Las personas interesadas pueden enviar un mensaje de correo electrónico a la dirección: monasterios@declausura.org