En un concurso para cubrir un cargo del Poder Judicial de la provincia de Río Negro, los candidatos fueron interrogados sobre su profesión religiosa. Y el magistrado que lo hizo, presidente del Supremo Tribunal de Justicia de la provincia patagónica, argumentó su pregunta en el hecho de que, según él, la religión tiene impacto en la independencia judicial.
Según publicó el diario Río Negro, Sergio Barotto preguntó por sus creencias religiosas a los nueve postulantes a Defensor de Métodos Autocompositivos de Resolución de Conflictos en Cipoletti.
“El presidente del STJ explicó luego que el tema de la religión hace a la independencia judicial y que para un juez es más difícil deshacerse de las creencias propias que de las cuestiones externas”, escribió el diario patagónico, a la vez que dio cuenta que un candidato se lució en esa respuesta.
Fue Pablo Zille, quien según el diario se identificó como agnóstico, y relató cómo en el Juzgado de Paz hizo bajar un crucifijo de su despacho el primer día de llegado a ese cargo. Según el sitio de internet del Poder Judicial de Río Negro, Zille fue elegido por unanimidad para este nuevo cargo de defensor.
Lo que dijo la Iglesia
Los obispos de la provincia rápidamente reaccionaron contra esta información.
“Lamentamos que un juez del STJ, en sus palabras, discrimine por creencias religiosas a quienes desean ingresar o avanzar en su carrera judicial”, expresaron en una misiva los obispos de Viedma, Alto Valle de Río Negro y San Carlos de Bariloche.
“Un país se puede armar con pocos”, continuaron, pero “una Nación –la Patria- armoniza y alberga a todos, sea cuales sean sus credos o ideologías. Así nació y se hizo grande ésta querida nación Argentina”.
Para los obispos Esteban Laxague, de Viedma, Alejandro Benna, del Alto Valle de Río Negro, y Juan José Chaparro, de San Carlos de Bariloche, esta discriminación es especialmente grave por darse en “aquellos que debieran hacer realidad la ecuanimidad, la virtud fundamental que se le pide a un juez”.
La propia Constitución de la Provincia de Río Negro expresa en su artículo 28 que nadie está obligado a declarar su religión. “Todos los habitantes de la Provincia tienen la libertad de profesar, pública o privadamente, su religión. La Provincia no dicta ley que restrinja o proteja culto alguno aun cuando reconoce la tradición cultural de la fe católica apostólica romana. Nadie está obligado a declarar la religión que profesa”, dice.
“El interrogatorio mismo constituye un atentado contra la libertad religiosa y de conciencia de los candidatos, libertad que incluye el derecho a mantener en reserva y no exteriorizar las propias creencias”, condenó el Consejo Argentino para la Libertad Religiosa.
Además, completó la entidad, “es totalmente inadmisible que el hecho de tener creencias religiosas, o no tenerlas, sea considerado un criterio de selección para el acceso a una magistratura”.
Discriminación
Suponer que la profesión de una fe religiosa, constituye un impedimento para el acceso a cargos “constituye una grosera discriminación”, consideraron, alegando las garantías tanto de la Constitución Nacional como delos tratados internacionales de derechos humanos que garantizan la libertad religiosa de todas las personas”.
En esa línea, se expresó además la Corporación de Abogados Católicos, que consideró “tanto el proceder como su justificativo” como “violatorios de la garantía de la libertad de culto establecida en el art. 14 de la Constitución Nacional y los tratados internacionales de derechos humanos complementarios”. Además, desde esa corporación opinaron que “se trata de un hecho que atenta contra valores republicanos y democráticos de la máxima importancia, cometido por quien ocupa el más alto cargo en el Poder Judicial de la provincia”.