“Necesitamos dos senadores proabortistas más” para aprobar un proyecto de ley, afirmó Biden en una ceremonia en la Casa Blanca en la que emitió una “Orden ejecutiva que protege el acceso a los servicios de atención de la salud reproductiva”.
Con esta ceremonia, en la que participó la vicepresidenta Kamala Harris y el secretario de Salud y Servicios Humanos, Xavier Beccera, Joe Biden quiso dar respuesta al fallo que que la Corte Suprema emitió el 24 de junio en el que enviaba de nuevo el aborto a la cuestión estatal.
En la orden ejecutiva se protege el llamado “aborto con medicamentos”, aprobado por la Administración de Drogas y Alimentos de los EE. UU. como una forma de interrumpir los embarazos hasta la décima semana.
Se trata de un procedimiento que comienza con la toma de mifepristona, que bloquea el suministro de progesterona del cuerpo, la hormona que necesita el feto para crecer normalmente. Una segunda pastilla, misoprostol, se toma hasta 48 horas después, lo que provoca calambres y sangrado para vaciar el útero.
La orden ejecutiva también busca “ampliar el acceso a la gama completa de servicios de salud reproductiva, incluidos los servicios y proveedores de planificación familiar, como el acceso a la anticoncepción de emergencia y la anticoncepción reversible de acción prolongada como los dispositivos intrauterinos (DIU)”, y proteger el flujo de información en línea sobre los servicios de aborto.
En sus declaraciones a la prensa, el presidente de los Estados Unidos calificó la decisión de la Corte Suprema de “terrible” y “totalmente equivocada” y explicó que “el camino más rápido para restaurar Roe es aprobar una ley nacional”. Por ello lo que pidió ir a votar en noviembre de este año.