Durante los últimos 15 años, los cristianos libaneses han estado trabajando en un gran proyecto: construir el rosario más grande del mundo para orar por la paz y la unidad del Líbano.
La idea nació durante una peregrinación a Medjugorje en 2006. La policía confundió el nombre de uno de los miembros libaneses del grupo y este hombre fue encarcelado durante varios días. En prisión, comenzó a rezar y se le ocurrió la idea de construir un gran santuario a la Virgen María. Con un bolígrafo, dibujó un boceto de este rosario gigante.
Tras su liberación, comenzó a recaudar fondos para poner en marcha su proyecto y, en 2008, se llevó a cabo la ceremonia de inauguración. El tamaño de las “cuentas” que componen este rosario es excepcional: casi 5 metros de largo y 3 metros de ancho cada una. En realidad son 59 capillas de hormigón en forma de túnel. Los peregrinos pasan por debajo de ellos mientras rezan las Avemarías.
Una pequeña comunidad ya se instaló en el lugar y está rezando el rosario con algunos cristianos de los alrededores. Pero el proyecto, apoyado por la Iglesia Libanesa Maronita, está aun lejos de quedar completado.
Para que la estructura esté completa, las “cuentas” deben estar decoradas y una gran cruz debe erigirse sobre una capilla donde se ofrecerá la adoración perpetua. Por la noche, el rosario quedará iluminado y visible desde el cielo.
Rosario gigante en el Líbano
Este trabajo extraordinario se lleva a cabo mientras el Líbano atraviesa una crisis económica muy grave. Pero para los cristianos que apoyan el proyecto, es importante verlo.
En primer lugar, porque la inspiración de este rosario nació en 2006, año de la guerra entre Israel y el Líbano. En esta región inestable -el sitio está a unos 30 kilómetros de la frontera con Siria- el propósito del santuario es rezar por la paz y la unidad del Líbano.
Además, el terreno en el que se está construyendo el rosario/santuario tiene vistas a la llanura norte de Bekaa, donde ahora residen muchos musulmanes chiítas.
“Vemos que la Virgen María atrae a muchos musulmanes”, explica el arzobispo Hanna Rahme de la diócesis de Baalbek-Deir El Ahmar, donde se encuentra el rosario gigante.
“También es una forma de construir un puente entre nuestras comunidades. Que este santuario se convierta en un espacio de diálogo, gracias a la Virgen María”, añade.
Artículo publicado en la edición francesa de Aleteia, por Hugues Lefévre