Por estos días los chilenos revisan con lupa la propuesta de nueva Constitución, que será votada el próximo 4 de septiembre. Ahí los ciudadanos tienen el deber de elegir si aprueban o rechazan la nueva Carta Magna elaborada por la Asamblea Constituyente.
La abogada Constanza Cornejo, académica y jefa del Departamento de Teoría e Investigación Jurídica de la Universidad Católica de la Santísima Concepción, expresó lo siguiente:
«A la Constitución que rige en nuestro país, se le ha criticado principalmente por instaurar un régimen jurídico y económico que inspiró un excesivo individualismo, materialismo y consumismo. Aquí radicaba la gran oportunidad que tenía el nuevo proyecto para ofrecer un cambio, donde los chilenos pudiéramos proyectarnos con mayor solidaridad, cooperación y reforzar los derechos sociales, lo que lamentablemente no se contempla en la iniciativa, debilitando el rol de la familia en vez de fortalecerlo».
Impacto en la familia
En el «X Encuentro Mundial de las Familias celebrado en Roma», el Papa Francisco señaló que: «La familia es el lugar del encuentro, del compartir, del salir de sí mismos para acoger a los otros y estar cerca de ellos. Es el primer lugar donde se aprende a amar».
Revisando los cambios que la nueva propuesta trae en relación a la «familia» en Chile, Constanza Cornejo aclara: «La actual Constitución contempla que la familia es el núcleo fundamental de la sociedad. En tanto, el nuevo proyecto establece una especie de definición sobre el concepto, señalando que el Estado reconoce y protege a las familias en sus diversas formas, expresiones y modos de vida, sin restringirlas a vínculos exclusivamente filiativos o consanguíneos, y les garantiza una vida digna».
La académica señala que, en definitiva, lo que hace la iniciativa es ampliar el concepto vigente. Esto haciendo alusión a la diversidad familiar que existe en la sociedad chilena. Lo que a su juicio desaprovecha la oportunidad para robustecerla como núcleo fundamental de la sociedad, lo que es eliminado.
Sobre este punto crucial, la jurista indica: «Desde el punto de vista antropológico, sin importar su religión o creencias, la familia debería ser el espacio central de la autonomía humana, que es el lugar de desarrollo no solamente biológico, sino que también moral, espiritual, cívico y social. En la familia se experimentan y ejercitan primeramente las virtudes, la solidaridad, confianza, cooperación y es donde a la persona se le considera en su totalidad e integridad».
La abogada agrega: «Se pretende con este cambio, que todos nos sintamos responsables de los demás, pero privilegiando solamente la acción, los recursos y la lógica del Estado. Esto representa un retroceso como sociedad, ya que la familia queda prácticamente anulada, perdiendo el rol y relevancia como una institución fundamental para la sociedad y el país».
Desprotección del «No Nacido»
Otro flanco de amplio debate en Chile ha sido la posibilidad que la nueva propuesta de Constitución otorga para que las mujeres puedan realizar un aborto. Al respecto, Constanza Cornejo expresa:
«Si bien, a partir de 2017 se encuentra vigente la ley que regula la despenalización de la interrupción voluntaria del embarazo en tres causales, la actual Constitución consagra expresamente que `La ley protege la vida del que está por nacer’, sosteniendo que el 'No Nacido' es persona con derechos humanos y dignidad humana, lo que no existe en la nueva propuesta».
«Si bien el nuevo proyecto garantiza el derecho a la vida ( art.21), el 'No Nacido' no tiene voz en esta iniciativa, puesto que en otro de los articulados (61) se expresa el derecho a decidir de forma libre, autónoma e informada sobre el propio cuerpo, garantizando la interrupción voluntaria del embarazo por parte del Estado», prosigue la académica.
Consultada sobre su parecer respecto de este sensible punto, la académica especifica: «La vida humana para mí comienza desde el momento de la concepción, desde sus inicios, por tanto la diferencia entre un ser concebido 'No Nacido' y uno nacido es un tema de tiempo, pero no la esencia de ese ser. Que el aborto esté consagrado es algo muy negativo, ya que se le da un rango constitucional a una situación que no existía, se consagra un tema que hasta hoy es discutido y tiene diversas aristas jurídicas».
El panorama futuro
Sobre el escenario que la propuesta de nueva Constitución presenta para la sociedad chilena en relación a estos dos temas trascendentales, Cornejo afirma que podría generar un efecto muy nocivo:
«En mi experiencia esto afectaría negativamente, fomentando aún más el individualismo y una forma de ver la vida desde un punto de vista materialista, ya que se estaría permitiendo deshacernos de lo que me molesta y eso es nada menos que una vida humana».
Este punto también fue subrayado por el Papa en el Encuentro de las Familias cuando dijo: «Precisamente mientras afirmamos la belleza de la familia, sentimos más que nunca que debemos defenderla. No dejemos que se contamine con los venenos del egoísmo, del individualismo, de la cultura de la indiferencia y del descarte…».
Finalmente, la académica advierte: «Está muy bien reconocer la diversidad y las distintas formas que la familia tiene, pero protegiéndola. De lo contrario, su debilitamiento puede traer graves efectos para el conjunto de la sociedad chilena».