Una vejez capaz de demostrar que "lo mejor está por venir". Es lo que deseó el Papa Francisco para los ancianos, durante la audiencia general del 10 de agosto de 2022. Desde el Aula Pablo VI, advirtió contra la idea "delirante" de detener el tiempo o querer la eterna juventud.
Continuando con sus catequesis sobre el tema de la vejez, el Papa la describió como "el momento de la existencia más adecuado para transmitir la gozosa noticia de que la vida es una iniciación para una realización definitiva".
En otras palabras, explicó, la Tercera Edad es un tiempo para dar testimonio del "verdadero destino de la vida: un lugar en la mesa con Dios, en el mundo de Dios". El jefe de la Iglesia Católica animó entonces a promover "este ministerio especial de esperar en el Señor" en las iglesias locales, entre los ancianos.
La vejez es noble
Durante su meditación, el Papa recomendó vivir la vejez "con mansedumbre y respeto por la vida real", sin buscar "una perfección terrenal imaginaria". El pontífice concibió la vida terrena como un "noviciado" donde el ser humano, "en medio de mil dificultades, aprende a apreciar el don de Dios, asumiendo la responsabilidad de compartirlo y hacerlo fecundo para todos".
"La vejez es noble", "no necesita maquillarse para mostrar su nobleza", afirmó también el Papa Francisco. Y para invitarnos a regocijarnos por el paso del tiempo, que no es "una amenaza", sino "una promesa".
Al final de la audiencia general, el Papa tuvo "un pensamiento para el pueblo ucraniano que sufre esta cruel guerra". Pidió orar por “los migrantes que siguen llegando”.